El hecho es que la persona ya está conectada con él como un bebé. Los
adultos cuidan del bebé y le dan un grado ligeramente mayor para que
pueda comenzar a integrarse en él, para evolucionar, para conectarse y
ver cuánto puede armonizar con él, cuánto beneficio o daño le trae él. Sólo en nuestro tiempo se manifiesta finalmente estos mecanismos: Nosotros estamos dañando el mundo
y éste responde a tal punto que nuestra propia existencia se ve
amenazada. Los riesgos ambientales de hoy son tales que la humanidad con
toda su historia puede desaparecer de la faz de la Tierra que ya no
puede soportar esto. Nosotros mismos causamos la extinción de especies
vegetales, animales y de repente nos encontramos en la misma lista.
Además, una guerra mundial es suficiente para acabar con la
civilización, incluso antes de que la ecología lo haga. La conclusión es que si nosotros no aprendemos de la naturaleza, es decir, del sistema general, la correcta integración en él, entramos en conflicto con él y llegamos a un final desagradable.
Pregunta: El
problema es que si la persona se encuentra cara a cara con un sistema
firme que es más fuerte que ella, entonces, en algún punto ella levanta
los brazos: “Que pase lo que pase ”
Dr: Laitman
Así es, hoy en día una persona se siente impotente y no sabe qué hacer.
Ella no lo sabe, porque es incapaz de comprender el mundo, de sentirlo
de manera correcta, de tomar la decisión correcta, y lo más importante,
de realizar esto correctamente. Es por eso que los cabalistas, los
sabios, vienen a nuestro mundo. Ellos también son parte del sistema
general. Al parecer, sin importar cuántos de ellos aparezcan, el mundo
no necesita más. Después de todo, las personas todavía necesitan que se
les dé la libertad de elección para garantizar la realización del mal;
ellas tienen que ser llevados a su propia decisión de unirse a esos
sabios o no. Resulta que el mundo tiene una
oportunidad, proporcionada también por el sistema. Esta oportunidad
somos nosotros, la organización mundial de Bnei Baruj. En el marco que
se nos dio, nosotros estamos obligados a actuar sin escatimar esfuerzos,
para que todos sepan de qué depende su buen futuro. Un “buen futuro” es la correcta
inclusión en el sistema de la naturaleza. Si no violamos sus leyes, las
condiciones establecidas por éste, estaremos bien. Si yo juzgo el
bienestar sobre la base de mi egoísmo, entonces me comporto como un niño pequeño que no quiere escuchar a los adultos. De cualquier manera, al estar en el
sistema general, yo no puedo elegir sus leyes de acuerdo a mi gusto. O
yo estoy en contra de la naturaleza y sigo en impotencia el camino del sufrimiento,
o estudio las leyes de la naturaleza para asociarme con ella y avanzo
por el buen camino, que atrae las fuerzas naturales que son útiles para
mi avance.
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