Por un lado se nos dice que deberíamos guiarnos sólo por lo que vemos,
pero por otra parte, tenemos que despegarnos de los términos corpóreos
“cuerpo” y “alma”, entonces ¿Cómo podemos integrar las dos cosas?
Dr: Laitman
Yo veo el mundo corpóreo en el que ahora vivo. Estudiamos sobre esto en
las universidades y no en las lecciones de Cábala. Nosotros, por otro
lado, estudiamos sobre algo que está por encima de esto, la realidad
espiritual. Éste no está ante mis ojos y se supone que adquiero una
nueva visión con el fin de verlo. Yo no necesito ojos corpóreos para
esto, sino simplemente los espirituales. Los cabalistas nos dicen que así como el
cuerpo corpóreo, también hay un cuerpo espiritual, y este es
otorgamiento. La vida en éste es la Luz que lo llena. El cuerpo
espiritual en realidad es la Luz Retornante (Ohr Jozer) y nosotros sentimos el cuerpo de acuerdo a su medida. Yo me siento atraído a otorgarles a los
demás de acuerdo al nivel de la Luz Retornante y el otorgamiento hacia
los demás es mi alma. Aquí es exactamente dónde está, en los demás y no
en la carne que vive y muere. Necesitamos la carne sólo para el tiempo
en el que tengo que anular mi deseo de recibir. Luego la necesidad del
cuerpo corpóreo desaparece. Cuando alcanzó el primer nivel espiritual,
entiendo que no tiene nada que ver con el cuerpo. Simplemente se me
dieron tales condiciones en las que puedo existir antes de la
revelación. Este estado es esencial para entrar en el mundo espiritual.
Esta es el área donde cumplo las condiciones previas. Es como si estuviera frente a una puerta
y se me dijera: “Puedes entrar sólo si tienes un boleto. ¿No tienes un
boleto? Entonces ve a trabajar, compra un boleto y entonces podrás
entrar”. Esta es la forma en la que yo trabajo en este mundo a fin de
comprar un boleto para la realidad espiritual y durante las lecciones
hablamos sobre lo que sucede detrás de la puerta.
Pregunta: Entonces ¿de qué forma somos diferentes de los filósofos que parecen decir lo mismo?
Dr: Laitman
Primero, estamos en lo correcto en cuanto a que no queremos, como
ellos, consentir fantasías, como ellos lo hacen; nosotros entendemos que
en realidad debemos sentir y ver de antemano aquello de lo que
hablamos. Este es un enfoque saludable que nos protege de cometer
errores y nos proporciona un claro marco científico. Los filósofos están equivocados en el
hecho de que hablan sobre cosas que ellos no sienten que estén más allá
de su percepción y que carece de base fáctica. Y están cómodos con esta
situación: en primer lugar, porque se les paga para esto y en segundo
lugar, porque ellos quieren tener algo que ver con la “espiritualidad”. En principio, la persona busca cierto
“bastión espiritual” pero sin trabajar en sí misma. Esta es la razón por
la cual los cabalistas odian la filosofía. Existe un filósofo en cada
uno de nosotros porque también quisiéramos entrar a la espiritualidad
sin esfuerzo y nos encanta abrir diferentes teorías infundadas. Al mismo tiempo, nosotros tenemos que
explicar todo: “Aunque a veces siento como si estuviera filosofando,
esto es solo mi ego”. La verdad es que en realidad no podemos discutir
el mundo espiritual antes de alcanzarlo, se nos dice: “No podemos
nombrar algo que no alcanzamos”. Nosotros rechazamos el enfoque
filosófico y odiamos a los filósofos en nosotros, aunque es imposible
hacerlo sin ellos, porque cada uno incluye al mundo entero dentro de sí
mismo. Entonces nosotros sólo hablamos sobre lo que ocurre en nuestros
corazones.
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