Ellos no sienten que están a punto de morir, dado que la verdadera muerte para ellos es estar separados de sus amigos. Son traídos hacia la sensación de un nivel superior de vida y muerte, a pesar de tratarse de una cáscara (Klipá), aun así lo es con relación a la conexión espiritual con los amigos. Ustedes pueden alcanzar ese estado sólo con la ayuda del Creador. Necesitas la Luz Superior para eso, dado que de otra manera no pueden siquiera acercarse a ese estado. Si organizaran una unidad de comando en un submarino, tendrían éxito. Si organizan una unidad de comando de garantía mutua, no pueden hacer nada porque se les dan problemas, descensos, e interferencias a propósito para que necesiten al Creador. En última instancia, nosotros necesitamos tratar con Él. El alma general fue rota para que a partir de esta ruptura lleguen a conocerlo a Él. Observamos los restos rotos y entendemos que tenemos que pegarlos, ¿pero cómo podemos unir este rompecabezas?. Tratamos de conectar esas piezas de diferentes maneras, ¡pero nada funciona y nada funcionará! Ni siquiera sabemos cómo conectar dos partes: 1+1, dado que el Creador debe estar en el interior para que esas cosas se conecten. Esto sucede sólo cuando alcanzamos la equivalencia de forma con Él en ciertos atributos. Pero no tenemos esos atributos ¡No tenemos el atributo de otorgamiento! Es por esto que no podemos avanzar incluso un paso. Vemos que en el mundo exterior las personas del mundo si organizan comandos en los cuales cada una está dispuesta a sacrificarse por el bienestar de sus amigos. Ni siquiera podemos pensar en esto. Después de todo, nosotros necesitamos al Creador con nosotros en cada pensamiento en esta dirección. Esta es toda la diferencia. Es por eso que la cáscara (Klipá) es tan orgullosa ante la santidad: “¡Qué puedo hacer! Todo está bien conmigo, todos están felices, todo es lindo, ¿ qué tienes tú?” Después de todo, la conexión egoísta está basada en la mente, en la confianza, mientras que el otorgamiento requiere fe por encima de la razón. Entonces la persona que quiere alcanzar el verdadero otorgamiento encuentra grandes problemas. Podemos llegar a la unidad como en un submarino, pero para hacerlo, necesitamos alcanzar una verdadera demanda por el Creador. Esto significa que la conexión no es la meta; la meta es que nos adhiramos al Creador y esta acción final debe estar en el pensamiento inicial. Es por esto que actuamos y nos conectamos. Necesitamos revisar si todas nuestras acciones y conexiones entre nosotros son necesarias para la revelación del Creador, la cual debe ser la meta en cada petición, en cada acción. No podemos confundirnos y pensar que lo necesitamos a Él para conectarnos. En realidad necesitamos conectarnos con el fin de revelarlo y deleitarlo a Él. Debemos construir esta fórmula apropiadamente cada vez, sin olvidar que todo es por el bien del Creador y no por el bien de la conexión en sí, tampoco es la esfera frambuesa, o la corrección de la humanidad. Debemos enfocarnos constantemente en el Creador. Entonces durante la convención de Aravá debemos apuntar constantemente hacia el Creador, dado que esta es la cabeza del Partzuf. Debemos aferrarnos siempre a un pensamiento, a la misma intención, al mismo plan que está dirigido hacia al Creador. Cada pregunta en el taller es como un acertijo que puede resolverse sólo cuando se construye la frase correctamente, cuando el Creador es la meta, cuando todo lo que apunta hacia la revelación del Creador reside entre nosotros. Necesitamos al Creador no para que nos pegue los unos a los otros; queremos que nos una de esta manera para revelarlo a Él y así deleitarlo a Él.
Todo debe terminar en Él, en deleitarlo a Él, dado que el invitado quiere deleitar al anfitrión. La convención en Aravá es la conexión entre nosotros por Su bien. Luego está la convención de educación integral: La conexión entre nosotros para el desarrollo de la educación integral. Entonces cumpliremos con la conexión integral en la práctica con la ayuda del Libro del Zóhar en la gran convención final: La Convención mundial del Zóhar.
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