Una Mitzvá es la corrección del deseo de la persona ya que en el estado que está, ella se aleja del Creador.
Quiere conectar este estado al Creador
como la única fuerza superior, “No hay nadie más aparte de Él”, “el
bueno y benévolo”. Por lo tanto, restaura este estado al estado en el
que estaba antes del rompimiento.
Es así como recoge estos estados vez
tras vez, como está escrito, “hasta que muchos centavos se acumulan en
una gran cantidad”, completa la corrección de su alma.
Nos fueron dados 613 deseos corruptos
con los que empezar, los cuales tratamos de restaurar hacía a la
adhesión. Antes de realizar una Mitzvá – cuando entiendo que
estoy en un estado corrupto porque no estoy en adhesión, en unidad, con
la fuerza superior – no debo pensar sobre la providencia privada, sino,
más bien, deberíamos decir, “¿Si yo no soy por mí, quién por mí?”
Pero después del acto, la persona debe considerar y creer que no fue por “mi poder y la fuerza de mi mano” que realicé esta Mitzvá.
Esto significa que realizo la Mitzvá,
que me obligo a mí mismo tanto como pueda y uso todos los medios – el
Rav, el grupo, el estudio, la difusión, todo – con el fin de agradar al
Creador y atarme a mí mismo a “No hay nadie más aparte de Él”. Al mismo
tiempo, yo tomo en cuenta solo “¿Si yo no soy por mí, quién por mí?” y
que debo hacer todas estas acciones por mí mismo.
Sin embargo, al haber tenido éxito en
algo, debo decir que este éxito fue determinado, estaba listo y que el
Creador ha preparado esto para mí de antemano. Si estoy adherido a “¿Si
yo no soy por mí, quién por mí?”, finalmente a, “No hay nadie más
aparte de Él”, este es el significado completo de alcanzar adhesión.
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