Tenemos que entender que la razón de los problemas es que no fuimos
capaces de convertirlos en buenos. Todos los problemas crecen y se
manifiestan en nuestro mundo, en nuestros sentidos, sólo debido a nuestra falta de corrección, nuestra incapacidad para cambiar el mundo para bien.
No hay suficiente gente en este mundo que atraiga la Luz que Reforma
con conexión y unidad entre ellos y así cambien el mal en bien. Esta es
la razón por la que estamos inmersos en nuestra naturaleza, en nuestra
percepción egoísta.
Como
está escrito: ‘He creado la inclinación al mal’ Nuestro mundo es
inicialmente malvado. Todos somos malos y egoístas. Todos piensan sólo
en sí mismo y esto es lo opuesto de la forma en que debe ser.
Si queremos sentirnos bien, tenemos que ascender por encima de nuestra naturaleza y comenzar a unirnos y conectarnos. En realidad, es la sabiduría de la Cabalá
la que realiza este cambio en nosotros. Una persona que estudia la
sabiduría de la Cabalá recibe la influencia de la Luz, la fuerza
superior, que lo hace mejor y lo conecta con otros.
Empieza a
entender quién es y para qué fue creado, cómo cambiarse a sí mismo con
el fin de sentir la fuerza superior, el mundo superior. Está escrito,
‘Podrás ver el mundo en esta vida’.
Una
persona desarrolla su alma y comienza a vivir en dos mundos
simultáneamente: en nuestro mundo y en el mundo espiritual. Ahora, sabe
lo que debe hacer para que le ayude a él y a los demás.
Sólo a los judíos, la nación de Israel,
se les dio esta habilidad. Es por que esta nación es el grupo que
Abraham reunió en la antigua Babilonia, que se dedicó a la corrección
del mundo a lo largo de la historia, hasta la destrucción del Templo.
Ahora,
también la nación de Israel debe realizar este trabajo y nuestro
estancamiento, nuestra falta de conocimiento y falta de deseo de conocer
acerca de nuestro papel en el mundo conduce al odio que todas las
naciones sienten hacia nosotros.
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