¿Por qué la armonía del mundo depende de nuestra unidad?

Desafortunadamente o, tal vez, afortunadamente, la armonía del mundo depende sólo del pueblo judío. Sólo nosotros tenemos libre albedrío y esta es la razón por la que los antisemitas afirman que somos responsables de todos los sufrimientos de la humanidad, porque no llevamos al mundo a un mejor estado y, tienen razón. Esto es lo que nos dicen El Libro del Zohar y las fuentes cabalísticas.

La raíz de este fenómeno es el hecho de que tenemos cierta información en nuestros genes, los cuales nos permite llevar al mundo juntos en la conexión mutua correcta. Ninguna de las otras naciones puede hacer eso. Esta es la razón por la que no debemos ocuparnos en la ciencia, la cultura y la literatura de nuestro mundo sino, de la sociología cabalística correcta, en el ensamblaje correcto de todas las naciones que deben llegar a la armonía en la conexión entre ellas, del equilibrio entre ellos y el mundo circundante, la naturaleza.

Entonces, el nuevo nivel de nuestra evolución será revelado entre nosotros. Sólo el pueblo judío puede hacer eso, pero si continuamos retrasados en el cumplimiento de esta idea, el mundo nos traerá cada vez más quejas.

Solíamos ser una nación unida en el pasado y después, caímos de ese nivel para que fuéramos capaces de conectarnos con todas las otras naciones y dispersarnos entre ellas. Pero ahora, necesitamos hacer lo mejor que podamos para reunirnos una vez más desde todas las naciones de la diáspora.

Aquellos que no pueden llegar a la tierra de Israel simplemente tienen que ayudarnos a transformarnos en una nación unida para que seamos capaces de mostrar al mundo entero la teoría y práctica de la conexión y la unidad, que es lo que le hace falta a la humanidad ¡Este es todo el sentido de nuestra existencia! ¡Este es el sentido de la maravillosa evolución del mundo entero!

Nuestro rol histórico es servir al mundo ¡Esta es la única razón por la que el pueblo judío es considerado el pueblo elegido y ninguna otra razón más! Debemos vivir para el mundo entero y no para nuestro propio beneficio y dirigirnos hacia el Creador a través del mundo entero.