Me
siento muy mal por él; pues está actuando como un bebé que no entiende
el tipo de sistema en el que existe. Vale la pena detenerlo, aunque
inocentemente esté haciendo algo tonto y dañando al sistema sin querer,
ya que esto podría perjudicar a muchas personas en una reacción en
cadena. Esta es la idea; el maestro no tiene ninguna preocupación por sí
mismo.
Este es
un gran problema y los amigos deben prestar atención y parar esto. No
sabemos cuánto dependemos uno del otro. La red existe y todos estamos
conectados a ella, si no quiero prestar atención a esto, reconocer esta
conexión y usarla, me causo un daño inmenso.
La
conexión existe y funciona de acuerdo a nuestro nivel y situación, por
lo que debemos ayudarnos mutuamente. Uno de repente comienza a envidiar a
los demás, otro comienza a estar enojado con alguien, a odiarlo y
rechazarlo, todos estos deterioros individuales destruyen el sistema.
Ostensiblemente,
¿por qué debería interesarme si dos amigos no se hablan entre sí? Pero
esto es muy importante para mí, ya que son parte del sistema llamado
‘grupo’ No puedo permanecer indiferente.
En
general, nos comportamos como caballeros, pretendemos que no nos damos
cuenta de los conflictos de los demás y no nos involucramos. Sin
embargo, si pudiéramos ver la destrucción que esto causa, buscaríamos
una manera de influir en el amigo. Nos gustaría, simplemente golpearlo; echarlo del grupo. Pues vemos que nos está cerrando la fuente espiritual.
Pero
permanecemos indiferentes porque, aparentemente, estamos educados a no
involucrarnos. Pero, si veo que alguien está perforando un hoyo en
nuestro bote común y simulo que no pasa nada, realmente, es tontería no educación.
Es
necesario sentir a todos como una unidad militar que recibe la misión de
combate, de conectarse de manera que nadie ajeno entre. Así se entiende
la conexión general del grupo con el profesor, ¡es una ley espiritual que debemos mantener!
No
necesito que me sirvan de forma material. Servir al maestro significa
darle contento y esto se logra con nuestra elección de una dirección
particular para nuestro desarrollo espiritual y que todos participen en
dar satisfacción al maestro. Así es posible recibir la Luz ya que el
orden de los pasos no se ha modificado.
Para mí
esto es tan clara como el día. Yo tenía un coche viejo y lo cambié por
uno nuevo con $10.000 adicionales. ¿Para qué necesitaba un coche nuevo
si vivía a 50 metros de Rabash? Era para llevarlo a arreglar sus
asuntos. Así que hice un cálculo; él me enseñó a hacerlo, sin temor. Por
el contrario, tuve la oportunidad de invertir en mí mismo. Y así es
siempre.
Fue
bueno, cada vez que compré algo para él, aún 100 gramos de queso,
siempre pensaba que le daba alegría y con esto, quería obtener el poder
de dar satisfacción al Creador. Como se entiende, hacía el 90% de las
acciones de forma automática, sin embargo, a veces me encontraba
haciendo esto y construyendo la intención correcta. Es así como
descubres una fuente de agua viva para ti mismo, un manantial de Or Jasadim (Luz de la Misericordia) atraes la Luz de la Torá.
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