Mis intenciones son la persona que hay en mí. Yo tomo todas las cosas- mis deseos, mi intelecto, el sentimiento, la esperanza, la imaginación, el pasado, el presente, el futuro etc., mezclo todo junto y me pregunto qué quiero de todo esto. Todo está mezclado y no entiendo nada y pregunto “¿Qué quiero?”. Si quiero lo que hay por encima de esto, encima de mi vida, me pregunto qué puedo escoger, encuentro el punto donde puedo asegurar si vuelvo a la vida común, a la confusión que no entiendo y no domino, o me elevo por encima del desorden material y me formo una vida nueva. Esta es mi decisión. Esta es intención. Y por esto la intención es todo lo que es la persona.
Reflexiones del día 25/11/10
Si utilizas adecuadamente los medios que dispones en tu situación actual, puedes sobreponerte a la vida, que en relación al presente estado es la verdadera vida, y el presente estado se llamará sueño, como fue escrito " estábamos como en un sueño". Quien llega a la sabiduría de la Cabalá, debe saber que esta es el método, el medio para la revelacion del Creador al hombre en este mundo. Para hacerlo, la persona debe unirse a sí mismo, al grupo – el lugar en el que él revela al Creador -y el Creador en sí mismo es atributo de amor y otorgamiento, juntos. Con esa intención, con ese esfuerzo, debemos leer el Libro del Zóhar y después de un determinado esfuerzo comenzaremos a descubrir al Creador. Nuestra sabiduría, la actitud que deseamos alcanzar al Creador como científicos de este mundo, apaga el enfoque correcto hacia la espiritualidad. Una actitud así hacia la espiritualidad es incorrecta desde un principio, porque el intelecto humano no puede estimarla, y en lugar de acercarse a la espiritualidad nos acercaremos a un mundo imaginativo que fijamos delante de nosotros. La persona que tiene una inclinación hacia la espiritualidad, debe comprender que a través de las correcciones que fueron escritas en el Libro del Zohar se llega gradualmente al descubrimiento. Todo nuestro trabajo no es con el intelecto sino con la intención – tú deseas que se te revele sobre qué hablan, no comprender sino descubrir, vivir en eso. La intención es el Adam (humano) que existe en mí – qué es lo que deseo dentro de todo lo que hay en mí. La Arvut (garantía mutua) entre nosotros es la única posibilidad de retener la correcta intención. En espiritualidad no tenemos lenguajes sino sólo fuerzas, por lo tanto utilizamos las palabras de este mundo con el fin de describir atributos y fuerzas espirituales, que actúan desde atrás de las mismas ramas que hay en este mundo. Adam es aquél que pregunta qué hay por encima de la naturaleza y como resultado de ello la humanidad desarrolló cientos de creencias y religiones. El método de las creencias sostiene que tenemos cuerpo y alma. Es un método natural, resultante dentro del sentimiento de la persona que existe algo por encima de su cuerpo físico. Utilizamos el método de creencia para cada detalle en nuestra vida, porque en cada parte de nuestra realidad hay algo que no es conocido, y todas estas cosas desconocidas las integramos por medio del sentido de la fe. En definitiva, para cada creencia hay una única dirección – que hay vida después de la muerte. La sabiduría de la Cabalá sostiene algo distinto – que hay un estado que es llamado "muerte" y un estado que es llamado "vida". Después de la muerte tendrás lo que adquirirás durante esta vida. Con la ayuda de la sabiduría de la Cabalá tú adquieres Kelim (vasijas) adicionales en las que sientes vidas adicionales.
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