La clave en esta imágen completa es entender que nosotros existimos en un estado. Cuando el punto en el Corazón se despierta en nosotros, nos empuja a revelar la verdadera realidad, la cual depende completamente de los esfuerzos de la persona actual y nada más. La realidad entera ya existe en su completa perfección y magnificencia. Pero nosotros somos incapaces de alcanzar la percepción de la verdadera realidad sin la revelación del mal, del sufriendo y del dolor. Entonces, la persona naturalmente justifica todos los estados en su camino durante el proceso de desarrollo de sus deseos. Ella entiende que todo el sufrimiento que cada parte de su alma experimentó, era necesario para revelar el estado verdadero el cual fue perfecto desde el comienzo. Ella vio estos deseos como separados, rotos, distantes y sufriendo por que esta era la única manera para ella de entender esta angustia. Ella pudo alcanzar este sufrimientos solo debido al hecho que se dividió en numerosas piezas las cuales él percibió como extrañas.
Gradualmente, con la ayuda de la Luz, la cual corrige su actitud hacia ellas, el hombre revela que estas son sus propias partes yen esta medida, adquiere habilidad para justificar todo lo que el mundo ha atravesado en el curso de la historia. Así es como él acumula dentro de sí mismo todo el sufrimiento de esta vasija enorme, el deseo y puede resistirlo. Este es un gran sufrimiento combinado de todas las almas todo el tiempo, recogido en una vasija con amor hacia y en unidad con ellas. Y entonces él alcanza el estado de “llorar por Jerusalén”, el cual es la Maljut colectiva, rota. Y cuando él revela esto, también descubre su alegría. De esto se aclara que la ruptura fue necesaria para ayudarnos a revelar el sufrimiento de esta enorme alma mientras que es opuesta a esta perfección. Esta es la razón por la que la persona justifica todas estas acciones: la ruptura y el proceso completo de la corrección, al ver esta gran misericordia y el absoluto amor del Creador por él. Si no fuera por la ruptura, él no sería capaz de resistir un Kli (deseo) tan vacío, opuesto a su gran otorgamiento. Por esta razón, la ruptura en la cual estamos ahora, es una oportunidad de alegría para alcanzar el deseo absoluto, la redención absoluta y el llanto por Jerusalén hasta que finalmente sintamos su alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.