
Rav: Según la medida en la que tratamos de unirnos, recibimos una mayor revelación en sentimiento y comprensión y alivio para todos nuestros estados, incluidos los corporales. Todo depende sólo de nuestros esfuerzos. Incluso el Arí, antes de su muerte dijo a sus alumnos que si realmente querían avanzar, él no sería quitado de entre ellos y no moriría. Y ahora ha fallecido en el mundo, porque no hay ninguna necesidad de él. Él nofue necesario para ellos. Ellos gritaron: “¡Cómo puede ser, te necesitamos tanto!” Pero en realidad, no lo necesitaban y murió, ya no se manifiesta a través de un cuerpo físico. Sin embargo, si tuviéramos un deseo de avanzar en la dirección del dar y de la unión, de inmediato hubiéramos visto resultados positivos. Seguramente, no seríamos capaces de medirlos de acuerdo a las ganancias egoístas, por el contario, nunca seríamos capaces de salir de nuestro egoísmo. Los vemos en el otorgamiento, en nuestra capacidad de conectarnos en el mismo anhelo que descubrimos. Esto es llamado la Luz Reflejada, dentro de la cual se revela la Luz Directa. Después de todo, yo quería estar en otorgamiento, en la unidad, y ahora descubro que soy capaz de hacerlo. Yo veo mi avance en el otorgamiento, esa es mi recompensa. Y si estoy en el otorgamiento, también veré una mejoría en la vida corporal: una vida normal. Esta es la ley de la naturaleza: El éxito se te ha prometido. Hay personas que no tienen problemas con el dinero o la salud, pero no están satisfechos con sus vidas. Mientras que tú llegas a un estado en el que estarás satisfecho con todo. ¡Y realmente lo tendrás todo! El Creador, la fuerza de la Luz, no carece de nada. Él puede imprimir dólares para ti de manera infinita. En el momento en que cambia la dirección, de inmediato, casi al instante, vemos los resultados. Si toda la nación comenzara a acercarse a la garantía mutua, podríamos ver cómo todo empezaría a calmarse: Los cohetes dejarían de caer sobre nosotros, la inflación se detendría, habría menos accidentes en las carreteras, toda nuestra vida diaria se normalizaría. Digo esto con toda seriedad. Lo único que necesitamos es coincidir nosotros mismos con la ley de garantía mutua, cambiar de dirección, cada uno según su entendimiento. Nada más se pide de nosotros. En su artículo “La Paz”, Baal HaSulam escribió que si aceptáramos esta ley, entonces dentro de pocos años podríamos alcanzar la prosperidad en todas las áreas: en la salud, en el nivel de vida, en la educación de los niños, en la administración del estado, en la relación de la nación con el gobierno y en la seguridad. Después de todo, todos nuestros problemas se originan sólo en la falta de compatibilidad con la naturaleza. No hay ninguna otra ley, solo la del equilibrio con la naturaleza, la equivalencia de forma. El Creador creó el deseo de recibir y dijo: “Él debe ser similar e igual a mí”. Y desde entonces, todo gira en torno a eso solamente. No hay nada más, comenzando desde la Primera Restricción y de la decisión de transformarnos en similares a Él. Esto se conoce como la ley de equivalencia de forma. Si no lo implementamos, sufriremos sólo para que lo pongamos en práctica al final del día. La única libertad que tenemos es que elegir cómo queremos avanzar: por medio de la vara o de la zanahoria. La elección es tuya.
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