Baal HaSulam, “Matan Torá“ (La entrega de la Torá) (versión abreviada): El recién nacido se encuentra en un estado de completa auto-recepción sin una pizca de otorgamiento. Esto fue hecho a propósito para que por medio de la auto-corrección la persona aprenda a pasar de las acciones incorrectas a las buenas obras. Así es como se hace consciente de la brecha entre las vasijas y las Luces, entre su estado y el del Creador y entre las partes de la creación. Así ve la creación en toda su profundidad. Con la revelación del mundo espiritual, nosotros gradualmente comenzamos a descubrir cómo el aire se vuelve “espeso” y las fuerzas, las relaciones y las acciones llenas de detalles de la percepción del nivel superior, de la dimensión superior, comienzan a mostrarse a través de ellas. No las sentimos ahora, no las alcanzamos, pero en realidad estamos en ellas. Para revelar las acciones de las fuerzas superiores sobre nosotros, tenemos que hacer grandes esfuerzos. Si la persona quiere conocer su naturaleza, esta se le revela como la inclinación al mal. Pero si la persona no está dispuesta aun a corregirse, no ve su naturaleza malvada. De miles de millones de personas sólo unos cuantos millones pueden decir que su naturaleza es mala. Todas las demás no entienden de qué estamos hablando: “Sí, por supuesto, debemos ser amables con los demás” y eso es todo.
Por lo tanto, muchos no estarán de acuerdo con Baal HaSulam que dice que el amor propio está impreso en nosotros desde el momento en que nacemos. Por esta razón las personas que observan la Torá y los mandamientos de manera popular se quejan de los cabalistas. Ellos no creen que pequen en absoluto. Ellos no ven que todas sus acciones son para su propio bien. Por el contrario, sus acciones carecen de autocrítica o de reconocimiento del mal. No debemos despertar este mal. Hasta que la persona no lo alcance por su cuenta mientras se desarrolla, debe permanecer en el nivel inanimado, vegetativo, o animado. La ruptura interna revela el nivel humano y luego la persona comienza a corregirse. Así que si merecemos el nacimiento del ser humano dentro de nosotros, entonces las señales del amor aparecen en el momento del nacimiento. Resulta que todo lo hacemos para nosotros mismos y estamos dispuestos a hacer todo a expensas de los demás. Por lo tanto el hombre se distancia del Creador, es decir, del poder que controla el mundo con el otorgamiento. Cuanto más crece la persona, más porciones de “otorgamiento a los demás” recibe de su entorno. Es decir, la persona recibe un sentimiento de importancia del otorgamiento. A pesar de que este es contrario a su naturaleza, el entorno puede influir en ella. La estructura del mundo espiritual le da al grupo, al entorno, grandes poderes, aún mayores que la fuerza natural de uno. Al principio estábamos conectados como una sola vasija y la Luz nos dominaba desde Arriba. Por lo tanto, cuando yo descubro la separación aquí abajo, pero no quiero conectarme con los demás aunque sea un poco, el entorno puede mostrarme cuanto respeta él las conexiones y los elevados pensamientos del otorgamiento, así que también yo quiero lo mismo. El entorno me influye con más fuerza que mi egoísmo. Este ganará y puede obligarme a no comer, a no beber, a comportarme de cierta manera y a vestir ciertas prendas. Si yo pudiera mirarme a mí mismo desde el lado, yo pensaría: “¡Qué idiota! ¿Qué está haciendo? “Pero la persona simplemente lleva a cabo las órdenes de la sociedad y para ella no es un disparate, sino que son cosas muy importantes y respetables. En última instancia, la persona hace todo sólo porque la sociedad le obliga a hacerlo. Incluso hace las cosas esenciales de la manera más aceptable. Nadie tiene nada dentro, sino la influencia de la sociedad, la persona recibe de su entorno porciones de “otorgamiento a los demás” para recompensa en este mundo y en el otro mundo. En la primera etapa ya se le da a la persona el poder para avanzar. El entorno educa a la persona y le enseña las normas aceptadas y las ideas. Es suficiente con que el entorno los use, para que ellos se conviertan en la verdad para la persona. Después del tratamiento adecuado, la persona estará dispuesta a obedecer incuestionablemente, los principios que este decida. Si la sociedad lo desea, puede hacer lo que quiera con cada uno de nosotros, e incluso enviarnos a la muerte. Las conexiones que la capacitan pertenecen a un nivel espiritual más alto. Mientras uno crece, se le dirá cómo llegar a la intención altruista con el fin de traer contento a su Hacedor. Para eso también es necesario un entorno. La persona no querrá eso por sí misma. Tú puedes leer un sinfín de libros y artículos y conocer toda la sabiduría de la Cabalá en profundidad, pero sin la influencia del entorno nada cambiará. ¿Palabras bonitas? Por favor, pero no habrá ningún cambio interno real tras ellas. Es necesario trabajar en grupo, hacer un esfuerzo, estudiar, construir la intención mientras estudiamos y participar en actividades comunes y entonces la persona atrae sobre sí la Luz. En otras palabras, en vez de la mala vida, en vez de la inclinación al mal, la persona recibe la inclinación al bien y se mueve del mal al bien. Entonces ella pierde todos los restos de amor propio y realiza todas sus acciones sólo para otorgar, por lo que incluso la necesidad que recibe fluye en la dirección del otorgamiento. Esta intención impregna toda la vida de uno.
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