
“Como consecuencia de esto, son capaces de sentirse ellos mismos en las vidas emocionales de otros en un grado sorprendente. Así, mientras que los hombres y los más duros tipos podrían ser resistentes al estrés en el trabajo, sobre todo son las mujeres las que lo sufren. Las mujeres están en mayor riesgo porque tienen una mayor tendencia a estar en sintonía con los sentimientos de otras personas, añade la profesora Hatfield. Con el estrés, uno de los problemas más grandes en el lugar de trabajo, el Instituto profesional de Personal y Desarrollo del Reino Unido que recientemente lo llamo la Muerte Negra del siglo 21, hay un riesgo muy real de que el estrés de segunda mano o pasivo llegue a ser un peligro potencial para los trabajadores de Gran Bretaña.
Mi comentario: Mientras que la integralidad e interdependencia de nuestro mundo se hacen más evidentes, nuestra influencia mutua entre unos y otros se manifiesta cada vez más, hasta en el estado de ánimo común, la salud, la suerte y así sucesivamente.
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