Para ver el sistema espiritual al que ahora estamos entrando ( y todo el mundo tendrá que entrar a final de cuentas), tenemos que revelar un cierto deseo “loco” en la conexión entre nosotros, debemos de pronto desear otorgarnos mutuamente, como si nos hubiéramos vuelto locos: “Me siento bien cuando yo trabajo y el otro recibe”. En nuestro mundo, esto sería un signo de locura, de incapacidad para pensar, sentir, percibir y actuar correctamente. Es por esto que la Luz superior debe influirnos y llevarnos a este estado. Este estado es diferente, muy extraño y completamente separado de nosotros. No está en nuestro poder alcanzarlo y no sentimos ninguna necesidad razonable por ello que despierte este deseo en nosotros. Inicialmente recibimos una pequeña chispa, una pequeña aspiración hacia este estado de otorgamiento y no más que eso. Debemos alcanzar todo lo demás al comenzar a convencernos entre nosotros de la grandeza del otorgamiento. Desde un punto de vista externo, este trabajo es verdaderamente irreal, irracional y es imposible estar de acuerdo con este.
Así que imaginen cuán decepcionados debemos llegar a estar con nuestro egoísmo, cuán desesperados debemos estar para desear liberarnos de este, salir de ello. Nos causa tanto sufrimiento que es mejor para nosotros huir de él, incluso hacia un estado como este ¡Imaginen el sufrimiento que tiene que experimentar la humanidad para desear otorgar, desear elevarse encima de todo y dejar de pensar en sí mismos! En otras palabras, debemos primero sentir que nuestra vida es eterna. No puedes liberarte de ella y terminar con todo este “asunto nocivo”, esta enorme angustia. Debes sentir que tu estado es eterno, que realmente no tienes a dónde huir. A esto se le llama “experimentar la eternidad”. Y si es así, te encuentras en un estado donde sientes que la vida es muchas veces peor que la muerte. Entonces, para contrarrestar todos esos horribles estados y sufrimiento dentro del ego, estarás de acuerdo en experimentar la bondad, la libertad de salir del mal que lo causa. Si evaluamos el sufrimiento que tenemos que experimentar en nuestros deseos por causa del ego que nos da la sensación de esta vida, entenderemos que este es realmente un sufrimiento horrible que no existe en nuestro mundo. Sufrimos porque la Luz se acerca cada vez más y se presenta como unificada, mientras que nosotros nos vemos distanciados unos de otros y dispersos por el mundo.
Es la distancia entre las dos, la falta de correspondencia, desigualdad y desequilibrio entre nosotros y la Luz, que brilla hacia nosotros como un todo mientras que nosotros somos opuestos a ello, rotos, e imperfectos, esta brecha, este abismo entre nosotros y la Luz que despierta todos los desastres y sufrimiento en nosotros. Los cabalistas escriben mucho acerca de los horribles tiempos que podrían esperarnos en el futuro, como las “mujeres piadosas cocieron y se comieron a sus propios hijos”, etc. Es necesario entender que sólo la Cabalá puede convertir este tormento de sufrimiento de odio a un anhelo por amor. Y entonces seremos capaces de comenzar a añadir la razón a nuestras sensaciones, dejar de avanzar sólo bajo la influencia del sufrimiento, que gradualmente nos hará más listos ya que el sufrimiento suaviza el cuerpo y el deseo, justo como “los golpes suavizan la carne.” Al contrario, podemos anteceder el golpe con una medicina, es decir, comenzar a despertar la Luz que Reforma por nuestra cuenta. Entonces brillará para nosotros y corregirá nuestra mente, sensaciones y comenzaremos a entender más y prevenir los golpes. Así que tratemos de pensar en esto cuando leemos El Zohar.
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