Sin timón y sin velas…

Opinión de Zbigniew Brzezinski, uno de los principales estrategas norteamericanos, ex consejero de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter; “Nathan Gardels: Mientras China se enfoca en el largo plazo y en la planeación de su futuro, los Estados Unidos en particular están cercados por una mentalidad a corto plazo. En efecto, ya no somos una “democracia industrial” en el sentido estricto, sino una “democracia de consumo” donde todas las señales de respuesta, el mercado, los medios, la política, son a corto plazo y orientadas hacia la gratificación inmediata. Gardels: ¿Cómo puede ser cambiada la mentalidad a corto plazo de Norteamérica? ¿Están las instituciones políticas de occidente listas para el reto? Brzezinski: Si, si desarrollamos una respuesta más efectiva y de largo alcance para la crisis actual. Estamos tan preocupados por la crisis actual y tan carentes de una perspectiva de largo plazo, que no tenemos ninguna visón estratégica que nos dé alguna sensación de movimiento histórico. La democracia es capaz de responder, siempre y cuando nos enfoquemos en los objetivos correctos. La pregunta hoy es si las democracias pueden florecer con los sistemas financieros que están fuera de control, que son capaces de generar de forma egoísta consecuencias benéficas sólo para unos cuantos, sin ningún marco efectivo que nos dé un sentido de propósito más amplio, más ambicioso. Ese es el verdadero problema. El liderazgo político esencial de Europa, los alemanes y los franceses principalmente, junto con algunos otros, están demostrando un sentido de responsabilidad por el futuro de Europa. Están cada vez más determinados a moldear un marco político que tome el lugar de lo que Europa ha venido siendo últimamente, es decir una unión financiera para algunos y una difusa comunidad política para todos. Inevitablemente, una unión política genuina tomará forma en etapas y escalones, comenzando probablemente por un tratado de facto, alcanzado mediante un acuerdo entre gobiernos en un futuro cercano. Estamos entrando ahora a una fase en que ningún poder tendrá posibilidad de ser verdaderamente supremo. Es por esto que, en mi opinión, la idea de un occidente expandido, que eventualmente debe incluir a Rusia y Turquía, sería un elemento muy importante que contribuiría a una mayor estabilidad global. Un occidente expandido, en el cual los Estados Unidos juegan el rol de conciliador y al mismo tiempo de factor que equilibra en Asia, estaría en mejor posición de forjar políticas constructivas para hacer frente a los problemas globales que con un mundo en el cual existe una creciente confusión y conflicto con muchos participantes menores compitiendo por sus propios intereses.

Mi comentario: Necesitamos sacar al sistema financiero de las manos egoístas y usarlo sólo para el beneficio de la sociedad. De otra manera, los que están en el poder nos matarán