Existe nuestro grupo, Bnei Baruj (BB) y existen las naciones del mundo. Incluso si una unidad (Σ) de naciones se levantará en el futuro, ésta sólo será capaz de generar un grito dirigido hacia arriba. Su unidad es buena para unirla a nuestra unidad. Y nuestra unidad, a su vez, se unirá al Uno (1). Así que, existe la unificación de las naciones, existe la unificación entre nosotros y existe la unificación de las naciones con nosotros, donde masas se incluyen en nosotros como las siete Sefirot inferiores de Bina. Es necesario tener la unidad interna abajo y la unidad interna arriba y entonces nos unimos todos y nos fundimos con el Creador en un todo único. De esta manera, nosotros, como las tres Sefirot superiores de Bina (GAR de Bina), debemos proporcionar la corrección de sus siete Sefirot inferiores (ZAT de Bina).
Pregunta: ¿Así que existen dos niveles de corrección: Nosotros nos unimos por el bien del otorgamiento, mientras que las masas necesitan corregir el egoísmo en el plano material?
Rav: Nosotros no corregimos nada allí entre las naciones. Nos conectamos con la gente y tomamos el deseo de ellos, lo cual nos ayuda a atarnos juntos aun más fuertemente y a establecer una conexión con la Fuerza superior, con la Luz. Y la Luz actúa sobre ellos a través de nosotros. En última instancia, nosotros somos los que estamos realizando el trabajo y no las masas. Al no ser capaces de hacerlo ellos mismos, nos dan la fuerza para la corrección y no más que eso. Es cierto que también ellos deben tratar de unirse, no obstante, nadie es capaz de realizar la unidad verdadera, ni siquiera nosotros. Sólo la Luz puede realizar esto. Y por eso, la cosa más importante es que ellos entiendan que sin la unidad entre ellos, no habrá una buena vida. Y nosotros tomaremos esta demanda, penetraremos en ella y absorberemos la profundidad de su amargo dolor y la transformemos en una oración.
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