Dar es otorgar y recibir es otorgar. Pero el dar prepara en nosotros
las “vasijas”, los detalles de percepción. Después de todo, no existe el
concepto del “tiempo” en la espiritualidad,
pero cuando se trata de nuestra “materia”, de nuestro deseo de recibir,
el otorgamiento superior no puede estar en contacto con él. Hay una “cáscara” entre ellos que mantiene el dualismo de su relación, de separación y conexión mutua. ¿Cómo alcanza la Luz la vasija en el
primer lugar? ¿Cómo puede existir la conexión entre estos dos atributos
opuestos? No hay nada como esto en nuestro mundo. Cuando el fuego y el
agua entran en contacto, uno de ellos anula al otro, pero ambos
pertenecen a un mundo y la naturaleza interna que tiene como objetivo conquistar, en la anulación mutua, está oculta dentro de ellas. Por otro lado, cuando una fuerza
espiritual alcanza una fuerza corpórea, ellas no pueden entrar en
contacto, no pueden “conocerse” una a la otra. El primer intento de entrar en contacto
evocaría anulación mutua en ellas. Nosotros sabemos acerca de tales
fenómenos en la física. El contacto entre los opuestos es simplemente
imposible. Esta es la razón para la “cáscara” que
debe ser altamente respetada, lo cual es maravilloso, poderoso,
completo, y muy complicado. Es exactamente lo que crea la correcta
conexión entre “santidad”, es decir el atributo de otorgamiento, y el
deseo egoísta que sólo quiere recibir placer. La “cáscara” trae a la
vida la “mentira de la verdad” y las “verdades falsas”, lo que “no ha
sido dicho hasta el final”, “lo que no ha sido aclarado
completamente”, como áreas que “coordinan” entre el polos que no pueden
ser atadas en una sola. Nosotros utilizamos esos trucos en la política y
en otros campos. Así que el tiempo de dar no es el final
de la historia. Toda la creación, su esencia, está en la diferencia
entre el tiempo de dar y el de recibir. La cadena de eventos desde la parte
superior hacia abajo en este mundo y el ascenso de vuelta desde abajo
hacia arriba, son sólo para que desde el estado 1 alcancemos el estado
3 y son la percepción del mensaje del Creador al ser creado. También
ustedes ven cuanto tiempo que se necesita para “digerir” esta idea y
para responder a ella.
Pregunta: ¿Según qué fórmula existe la relación entre los opuestos? ¿Cómo atrae realmente el cordel que va del superior al inferior?
Dr: Laitman Si
hablamos de una iniciativa que proviene del superior, es posible sólo
si nosotros nos anulamos y recibimos Su deseo como aquel que determina
las cosas en vez de nuestro propio deseo; esta es la conexión. Utilizando la misma técnica, nosotros
ponemos las diversas partes en contacto, igualamos sus rangos, y
utilizamos un determinado enlace como “coordinador” entre ellas.
Nosotros tenemos que crear un lugar seguro en el que se lleve a cabo esta equivalencia. En la espiritualidad son las siete Sefirot inferiores de Bina, el “vientre materno”, el tercio inferior de Zeir Anpin a las cuales Maljut se conecta. Tenemos que diseñar este “adaptador” especial, que en la Cabalá es también llamado YESHSUT, o el sistema de Tzelem. De un modo u otro, la tarea de los dos
lados que están conectados es que cada lado se anule a sí mismo con el
fin de conectarse con el otro. Pero mientras que el superior puede hacer
eso, dado que es perfecto, el inferior, al ser totalmente imperfecto,
lo alcanza, lo acepta y se anula a sí mismo ante el superior. Se trata de cosas simples. En la vida
cotidiana nosotros renovamos constantemente nuestro lugar en la escala
de la conexión y la comunicación. En los medios de comunicación, la
enseñanza, la educación, la cultura y la conexión se construyen incluso
instintivamente por sí mismas. Si quiero estar en contacto con otro,
tengo que abandonar mi postura intransigente, hasta cierto punto y
aceptar la opinión del otro.
Pregunta: ¿Cómo se adapta el inferior a la entrega del superior?
Dr: Laitman El
superior desciende al inferior y le da lo que él quiere, pero en este
“paquete”, en este mensaje, viene incluida toda la fuerza interna que
desarrolla al inferior. Después de todo, el inferior sólo quiere
“llenar su barriga”. Él no quiere crecer y no sabe qué significa esto.
Pero en la “leche” del superior, es decir en la Luz de Jassadim, está incluida la “sangre” que opera, la Luz de Jojma que eleva al bebé. El inferior no sería capaz de crecer sin la “sangre” que está incluida en la “leche”.
En primer lugar, durante el tiempo de Ibur (gestación),
el inferior se anula ante el superior y se compromete a recibirlo todo
de Él. Entonces Él recibe la “sangre”, el otorgamiento directo del
superior. Entonces el inferior se vuelve más independiente y el superior
diseña intencionalmente un sistema en el inferior que coincida con él y
que es utilizado como un adaptador entre ellos. Este es exactamente
igual al mecanismo de la lactancia, a la alimentación con leche. De
hecho, se trata de la misma “sangre”, de la Luz de Jojma, pero recibe la “vestidura de Jassadim“.
Ahora, el inferior puede comparar el atributo de otorgamiento que es
típico del Creador con el atributo de recepción que es típico del ser
creado y cuando crezca, él los recibe a los dos simultáneamente. Pero en este punto, el inferior sigue
siendo pequeño porque se anula en cuanto a la “leche”, se compromete a
recibir del superior
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