Los problemas de hoy se desprenden de nuestra actitud.
No hay duda de que estamos construyendo correctamente todos los
sistemas de la sociedad humana, pero tampoco hay duda de que estamos
usándolos de manera equivocada. Y la razón para esto es nuestra
incorrecta actitud hacia los demás. Al parecer, hemos creado sistemas buenos y necesarios para todos: sistemas de salud,
sistemas educativos, de seguridad nacional, etc., pero los resultados
son desalentadores. Por ejemplo, cuantos más medicamentos consumamos, es
mejor para el sistema de atención de salud y para la industria
farmacéutica. Sus ganancias crecen y el estado recibe más de impuestos.
“Queremos que estés enfermo más a menudo”. Lo mismo ocurre en la industria
alimentaria: cuanto más comamos, más rentable es para la industria. La
abundancia de alimentos poco saludables provoca enfermedades. “Así que
deben ser codiciosos y glotones, comprar tantos productos alimenticios
como les sea posible y con ello le ayudan a la economía“. Los sistemas son buenos pero se usan
contra el bienestar de las personas. Los bancos, de hecho, tienen que
hacer la “sangre” fluya a través del sistema, pero en vez de eso, ellos
“chupan la sangre” del sistema. Las industrias militares proporcionan
puestos de trabajo y progreso tecnológico y científico, pero todo está
implementado para armar a los diferentes estados y con el tiempo tendrán
que hacer uso de estas armas. De tal manera que el resultado, es un
sinfín de conflictos y guerras. Así que, hemos construido sistemas y
mecanismos necesarios, pero los usamos de manera cada vez más
destructiva. Hay círculos, que, de hecho, están interesados que en la
persona sufra, esté enferma, viva una vida pobre y miserable; todo
esto está determinado por el sistema mismo. Los economistas nos asusta: “¡Tenemos
que aumentar la demanda y el consumo, de lo contrario todo llegará a su
fin!” Pero la persona no quiere continuar con esta persecución,
internamente ha perdido la esperanza de este tipo de vida y no ve nada
especial en ir de compras, aunque tenga el dinero. Nuestro deseo de recibir
se ha actualizado, ha pasado a un nivel superior y el césped del
vecino ya no es tan verde. El deseo ha cambiado, tal vez aún no en
todos, pero el proceso continúa; la moda, las tentaciones, los
incentivos y las cosas seductoras están desapareciendo. Entonces, ¿qué sigue? ¿Realmente el
mundo está llegando a su fin? No. Se trata simplemente de que el
capitalismo está llegando a su fin; ya no funciona más y en los próximos
años veremos eso. Este es un proceso natural inevitable.
Pregunta: ¿Cómo puede ser que el sistema fue construido correctamente, pero estamos usándolo incorrectamente?
Dr: Laitman Se
nos dice: “Dios ha hecho un hombre honesto y ellos buscaron muchas
perversiones” (Eclesiastés, 7, 29). La sinceridad se convierte en
confusión y discordia en todas direcciones, pero por supuesto, esto
también es parte del programa de la naturaleza, de tal manera que alcancemos el reconocimiento del mal por nosotros mismos y nosotros mismos lo “enderecemos”.
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