En la vida de las parejas, hay momentos
en que ellos experimentan una sensación de felicidad sin precedentes,
definitiva, una sensación que ilumina la rutina con un destello de luz.
La primera vez que lo experimentamos, estamos muy contentos de que algo
como esto sea absolutamente posible. Después de todo, previamente, no
creímos que algo así pudiera existir.
Dr: Laitman
Yo creo que, si cada pareja construye su relación sobre la base de la
emoción y no del cálculo frío, habrá momentos de complicidad, en los
cuales es como si cada uno viviera dentro del otro, penetrara dentro del
otro, se entrelazan entre sí, cuando descubren una integración, la inclusión mutua entre ellos de la que no se puede escapar. El parentesco, la cercanía a un punto tal de unidad los embriaga y cuando este amor se enciende, ellos pierden la cabeza. Sin embargo, esto durará sólo unos
minutos, en el mejor de los casos, durante varios días y en raras
ocasiones, unas cuantas semanas. Aquí, mucho depende de nosotros, del
período por el que estemos pasando en nuestras vidas. Después de eso, la
“ilusión” se desvanece. De tal manera que, ¿de dónde proviene
esto? Proviene de la naturaleza para que nos acerquemos a los demás y
podamos desarrollar una conexión particular entre nosotros llamada una
familia. Sin estos momentos, como animales, nosotros continuaríamos
acercándonos unos a otros de acuerdo al “calendario” luego alejándonos
de nuevo, según las órdenes de nuestra esencia interior. Sin embargo,
puesto que somos seres humanos, tenemos que preservar nuestras
relaciones durante años y por lo tanto, la Naturaleza nos proporciona
un ejemplo de cómo podemos hacerlo. Esta nos muestra cómo prolongar este
fuego de unificación e integración para que se vuelva fascinante, me
intoxique, y no me deje ir, para que me obligue a pensar en mi pareja
todo el tiempo. Por un lado, este hace fluir torrentes de vida dentro de
mí y por el otro, no me deja volverme hacia ninguna otra cosa. Llena
mi emoción y me quita mi mente. El ejemplo de esto lo vemos por dentro y
por fuera, pero de un modo u otro, esto proviene de Arriba, brilla
afuera y luego se apaga. Nosotros tenemos que enseñarles a las
personas cómo capturar los momentos como estos, cómo prolongar la magia,
cómo fortalecerla y desarrollarla a través de la mente. Yo alcanzaré
una sensación que experimenté antes, específicamente con la ayuda de la
mente, pero ahora esta sensación será equilibrada: yo no perderé la
cabeza y seré capaz de vivir con ella durante años mientras la
desarrollo y la manejo. Al incluirnos entre nosotros, mi pareja y yo no
perderemos nuestra capacidad de hablar acerca de la multitud de
emociones, más bien podremos compartir nuestras impresiones,
experiencias, medirlas y discutirlas. Realmente compartiremos con el otro la
sensación que nos llena más claramente, a medida que la ampliamos y la
elevamos cada vez más, por encima de todos los acontecimientos de la
vida y de los hábitos anteriores que dejan un suave sabor por todas
partes. Esta es la razón por la que necesitamos
agregarle la mente, es decir, el método y los estudios, a las emociones.
Nosotros tenemos que enseñarles a amar a las personas.
Pregunta: ¿Es posible aprender a experimentar el amor?
Dr: Laitman
Recordemos lo que sucedió cuando la pareja se vio por primera vez. Esto
pudo haber ocurrido en un primer encuentro casual, o por el contrario,
pudieron haberse reunido de vez en cuando durante todo un año, y sin
embargo, un día, repentinamente sintieron un impulso especial, realmente
notaron al otro como si una luz se hubiera encendido en cada uno de
ellos. ¿Por qué sucede esto? No lo sabemos. La Naturaleza
misma nos envía momentos como estos. Sin embargo, sin la necesaria
atención de nuestra parte, estos desaparecen volviendo al lugar del que
llegaron, sin que nos demos cuenta. Sólo en muy raras circunstancias esta
sensación permanecer a pesar del tiempo, como si las personas tuvieran
una tendencia hacia esto o como si ellas ya estuvieran acostumbradas a
sostenerlo cuando vivieron en casa con sus padres. En general, el
rudimento que nuestra vida previa ha dejado en nosotros es muy
importante: ¿Vimos ejemplos similares en nuestro hogar? ¿Tuvimos
inspiración de ellos? Después de todo, como regla general, nosotros
imitamos todo lo que absorbemos de la familia en la que nos criamos. En el mundo moderno, el divorcio se ha
convertido en la norma, e incluso en la regla general. Es difícil
encontrar una pareja que no engañe, no sospeche de su “otra mitad”, o
que no piense en la separación, que soporte a menudo esta vida
compartida proveniente de la falta de elección. Por lo tanto, es necesario enseñarles
“cursos de amor” a las personas. No vale la pena confiar en las oleadas
espontáneas, accidentales e incontrolables. Por el contrario, nosotros
aceptamos que engendraremos amor entre nosotros mismos, que lo querremos
y lo desarrollaremos. Nosotros no esperamos ninguna oportunidad
centelleante de fuentes desconocidas. Más bien, “manejamos el asunto”
por nosotros mismos. Entonces, pase lo que pase a lo largo de nuestras
vidas largas, podemos mantener este fuego de amor para que nos brinde
apoyo constantemente, concediéndose una sensación maravillosa y segura
en todas las etapas del camino.
Yo pondría este curso en la escuela
inmediatamente, sin esperar a que las parejas confusas busquen ayuda y
consejo cuando ellas no sepan cómo volver a la sensación que hubo una
vez, cómo no distanciarse eventualmente entre ellos, hasta llegar a una
completa disolución de la familia. Al igual que con el resto de nuestros
problemas, todo se trata de la falta de una educación adecuada, de la
falta de comprensión, conocimiento y habilidad, sin las cuales es
simplemente imposible que podamos arreglárnoslas.
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