Como se explica en los ítems 2 y 3, examinen
exhaustivamente allí). Esto quiere decir que todos y cada uno en Israel
tomarían sobre sí mismos el cuidar, trabajar para cada miembro de la
nación y satisfacer todas las necesidades de cada uno, no menos que la
medida impresa en él para cuidar de sus propias necesidades. Esta condición parece clara, sin
embargo, de hecho, aquí está oculta toda la realidad, todo lo que la
vida puede darnos. Puesto que sólo existe una condición que permanece
ante nosotros, la cual debemos mantener, “amarás a tu amigo como a ti
mismo”, entonces todo lo que sucede en mi vida personal, en relación a
mí, a mi familia, al entorno cercano y lejano, a la humanidad, al mundo,
todo lo que me ha pasado hasta este momento, debe estar dirigido hacia
un solo objetivo. Y en cada momento yo tengo que comprobar, ¿he vivido
para alcanzar el amor por los demás?. Si yo comienzo a evaluarme de esta
manera, entonces comprensiblemente, en todo momento, habrá muchas
preguntas para mí: “¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo se conecta una cosa con
otra? ¿Qué gano yo con esto?” así sucesivamente. El rechazo y la
resistencia crecerán, pero si de verdad quiero aclarar lo que debo
aclarar y corregir, entonces todo lo consideraré de acuerdo a un solo
criterio, de acuerdo a la frase: “amarás a tu amigo como a ti mismo”. Está escrito que esta es la principal
regla en la Torá, en otras palabras, este es el principio que incluye
toda la realidad, incluye a todas mis encarnaciones y en general, todo
lo que ha habido. Por lo tanto, alguien que esté dispuesto a aceptar
este principio como base, como una vara de medir para su vida, está
dispuesto a aceptar la Torá, el método de corrección. Ustedes ven, toda
la Torá está diseñada sólo para realizar este principio. Por el contrario, alguien que no se
dirija hacia esto, no necesita la Torá. Él puede leerla, interesarse en
ella como un historiador, o usarla de alguna otra manera. A lo largo de
la historia, todos se han paseado por ella a su antojo. Dicho esto, la
verdadera Torá se me revela, me mueve y abre el camino ante mí con la
condición de que yo aspire a “amarás a tu amigo como a ti mismo”. De esta manera yo empiezo desde la
distancia, desde la mayor resistencia, de una absoluta falta de
comprensión, desde el lugar más lejano, hasta que comienzo gradualmente a
comprender que esto es importante, que está conectado con toda la
realidad, con el mundo, con todas las demás personas y con mi ego.
Empiezo a estar interesado en este principio, al menos en forma egoísta,
con la esperanza de ganar de esto de alguna manera. Así, yo ya tengo
algo a que aferrarme; esta expresión se vuelve importante ante mis ojos,
porque la veo como un medio para recibir placer, conocimiento de uno
mismo, una oportunidad de obtener algo nuevo. Y aunque estas conexiones
no están arregladas como yo quisiera y pasan a través de la parte
posterior, siguen siendo una conexión y son muy importantes. Un estado como este es llamado “Lo Lishmá”, es de un nivel elevado en el que ya estoy aferrado al principio de “Y
amarás a tu amigo como a ti mismo” y a través de él, amar al Creador,
Quien se encuentra en el otro, en la comunidad, tal como está escrito,
“Yo vivo en medio de Mi pueblo”. Por lo tanto, todo lo hago en beneficio
mío, excepto la intención.
En primer lugar, a partir de mi deseo
egoísta “saludable”, materialista, yo me aferro fuertemente a este
principio; entonces es posible hablar acerca de la intención. Primero es
necesario construir una relación sana, como está escrito: “Educa al
joven según su camino”. Cuanto más implacable sea su deseo de llenarse
a sí mismo, mejor, porque entonces ustedes pueden abrir el camino ante
él y explicarle de qué depende su progreso. En general, todos los pasos que conducen
a tanto la pureza como a la impureza están sujetos a la misma
dependencia y se hallan de la misma manera. Sólo la relación es
diferente. Acerca de esto está escrito: “El Creador hizo esto opuesto a
eso” (Eclesiastés 7). Nosotros usamos los mismos Kelim tanto para las acciones egoístas como para las altruistas; sólo en la intención son opuestas estas acciones. Ante mí está mi sistema de relación con
el grupo. Yo me entrego a él y a través de él, al Creador, que está
dentro de él. Quiero adherirme a él y así llenarme con toda la Luz del
Infinito. Este es el enfoque deseado, digno e imperativo. Si comienzo a confundirme con
consideraciones superfluas, sólo reduzco mi deseo, incluso antes de que
crezca, con ello tendré algo que corregir. La persona corrige sólo lo
que se descubrió en ella y uno no debe avergonzarse o ser tímido debido
a sus aspiraciones espirituales egoístas. Esto es normal. Lo más
importante es tener claro que específicamente en el sistema llamado
“grupo”, yo revelaré al Creador. En general, este sistema incluye toda la
realidad y aunque ahora me parece que está dividido, más tarde veré
que todo está incluido dentro de él. Por lo tanto, es importante ver el
estado real, aunque en esta etapa sea para mi propio beneficio. Este es el principio de auto anulación;
lo que me sitúa frente a las preguntas perpetuas: “¿Cómo puedo ser
incorporado en el sistema? ¿Cómo puedo disfrutar de él? “Entonces la
Luz que Reforma trabaja en mí. El sistema está construido de tal manera
que la parte posterior del superior se encuentra al frente del inferior
y por lo tanto, incluso si pienso en el ascenso egoísta, el superior
perfecciona mi defecto y me da un remedio para mi ego. Después de todo,
este ego está dirigido hacia “amarás a tu amigo como a ti mismo”.
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