Además, las personas también colaboran en las empresas con el fin de obtener un beneficio conjunto. Existen los grandes, los pequeños, los
supervisores, los subordinados, pero, en última instancia, hay un
objetivo claro para todos y ellos entienden que todos deben tener su
propio lugar y contribuir para el beneficio de todos. La imagen es clara
cuando el resultado se siente en el bolsillo o cuando nuestro de deseo
de placer se deleita de alguna otra manera. Todos los caminos y formas de conexión
difieren, incluyendo las religiones. Sin embargo, en general, las
personas disfrutan de la interacción compartida que les proporciona
algún beneficio a todos. Parece ser diferente cuando la persona
hace la pregunta acerca del sentido de la vida, “¿Por qué y para qué
estoy aquí?” Después de toda la búsqueda, esta pregunta sólo se
acrecienta, dejando una sensación de vacío en el interior. Así, la
persona finalmente llega a la sabiduría de la Cabalá. Sin embargo, además de esto, ella abre
los libros y no encuentra una respuesta. En esencia, la sabiduría de la
Cabalá no revela nada. Por el contrario, esta es llamada la “sabiduría
oculta”, porque quita la cubierta y sólo le muestra a la persona que hay
algo que está oculto de ella. ¿Qué es exactamente? Lo que se oculta de nosotros es el Creador.
Él es lo que nos falta. Si descubriéramos el poder superior en la
naturaleza que activa todas sus formas, la inanimada, vegetativa,
animada y hablante, entonces todo quedaría claro para nosotros. Así que, en nuestro mundo, en nuestra
vida, no hay en realidad otro tema diferente al descubrimiento del
Creador. Ustedes lo ven, de esta manera, resolveremos todos los
problemas. Entenderemos lo que nos está ocurriendo, cómo debemos actuar,
cuáles son las consecuencias de nuestras acciones, cómo se nos
devuelven, y así sucesivamente. En resumen, todo se nos revelará. Cuando
nosotros vamos más allá de las limitaciones de este mundo, sentimos no
sólo la brevedad de la vida material, sino también la de todo el camino
que se extiende hasta el Infinito. Todo esto nos lo dan para que
descubramos al Creador y entendamos y sintamos la realidad de la misma
forma que Él lo hace. Además, nosotros no entendemos ni
sentimos. Aquí surge la pregunta: “¿Qué hago yo para prepararme para
esta comprensión y sensación?” La sabiduría de la Cabalá responde así:
“Ustedes pueden entender y sentir, en la medida en que puedan ser como
el Creador”. En otras palabras, la sabiduría de la Cabalá no hace que
sea posible que nosotros reconozcamos este fenómeno particular llamado
el “Creador”, sino que presenta una condición que no es característica
de nuestro mundo. Aquí nosotros vemos las cosas desde un
costado. Por ejemplo, yo voy a una función de ballet y veo gente
danzando en el escenario. Disfruto al verlos, pero yo mismo no puedo
hacer lo que ellos hacen. Sin embargo, de acuerdo a la sabiduría de la
Cabalá, esto no puede llamarse alcance. El verdadero alcance requiere
que yo mismo lleve a cabo esta actividad. A partir de esto, yo entenderé
y sentiré lo que se nos ha dicho; yo tengo que estar “sobre el
escenario”. Entonces, ¿cómo, podemos ser como el
Creador en este caso? Inicialmente esto es imposible, como lo explica la
sabiduría de la Cabalá. Ustedes ven, el “Creador” es el poder de
otorgamiento y amor, mientras que yo soy el poder de recepción y odio.
Así estoy construido, como un egoísta que sólo quiere su propio bien, y
el Creador es mi opuesto; Él me creó específicamente de esta forma. ¿Para qué? Para darme la posibilidad de
elegir por mí mismo lo que quiero de la vida y para que yo decida si me
interesa, desde mi estado actual frente al Creador, alcanzar el
otorgamiento. Si es así, entonces tengo la oportunidad de hacerlo. ¿Cómo puedo utilizar esto? Puedo hacerlo
con la ayuda de varios medios que me conectan con el Creador. Dado que
soy un deseo de recibir completamente egoísta y que el Creador es un
deseo absoluto de otorgar, por consiguiente somos opuestos, estamos muy
lejos uno del otro y no tenemos ninguna conexión en absoluto. Para que
yo de alguna manera pueda abrirme para verlo, para percibirlo a Él y ser
como Él, necesito algún tipo de conexión, un hilo y yo ya lo tengo. El Creador puso en mí un deseo de
descubrirlo a Él que es llamado el “punto en el corazón” (•). Este deseo
es egoísta, pero puede transformarse en su opuesto. En su esencia, este
punto es la parte posterior del alma, lo opuesto a la forma de
otorgamiento, una chispa de la ruptura de las vasijas que cayeron en el
deseo de recibir. Este es cien por ciento opuesto al otorgamiento, y,
este hecho específicamente, hace que sea posible que él “invierta las
polaridades”. Por lo tanto, yo encuentro dentro de mí
dos factores: el egoísmo (Ego), que sólo quiere recibir y el punto en
el corazón que también quiere recibir pero ya se relaciona con el
Creador, al tener una conexión mutua con Él. Sin embargo, esto tampoco es suficiente.
Necesito algo entre nosotros, un poder con cuya ayuda yo realmente me
conecte con el Creador. Es cierto que Él despierta en mí este punto de
impulso llenado, la Luz.inicial, pero ¿a través de qué medios seré capaz de dar un paso
adelante hacia Él?. Está claro que existe un “adaptador”
especial llamado “grupo”, a través del cual yo puedo adaptarme al
Creador. En general, esto me habla de diez hombres con los que tengo que
trabajar para alcanzar la meta. Yo elevo artificialmente ante mis ojos
la importancia de los amigos. Les doy regalos (♡!), finjo que los amo,
invierto en un sistema de relaciones entre nosotros y participo de
manera egoísta en las actividades, como si estuviera en un comando.
Entonces obtengo una respuesta de ellos. Ustedes ven que ellos hablan
acerca del amor de amigos, del otorgamiento, y este impulso influye
sobre mi punto en el corazón y hace que éste quiera aquellos de lo que
está hablando el entorno. Supongamos que no hay verdadero amor
y otorgamiento en los amigos, eso no es importante para ellos, pero yo
he oído sus palabras y simplemente acepto el mensaje tal como suena. Del
mismo modo, nosotros somos influenciados inconscientemente por los
medios de comunicación. Los amigos pueden insertar en mí todos
los datos que yo requiero. Cuando estoy con los amigos, yo adquiero de
ellos la conciencia de la importancia del Creador, que Él es bueno y
hace el bien, y, a través del grupo, yo comienzo consecuentemente a
relacionarme con Él. Allí, en el “centro del grupo”: lo encuentro a Él.
Entonces, mi grupo y yo nos transformamos en una vasija (Kli) para una única alma y en ella yo descubro el
Este es el proceso a través del cual nosotros debemos pasar. Gracias al grupo podemos salir de
nosotros mismos, de nuestro ego, elevarnos por encima de él, incluirnos
en los amigos y encontrar allí la fuerza interna llamada “Creador”.
Este es todo nuestro trabajo; es la patente del método cabalístico, el
medio para salir al mundo por venir. Ustedes ven, cuando estoy en un
grupo, yo encuentro la Luz que me llena; y mi sensación es llamada “el
mundo por venir”, la “dimensión superior”, lo opuesto a la situación
actual. Por lo tanto, no hay nada más importante
en este mundo que el grupo y el amor de amigos. Este es el único medio
que hace posible que nosotros alcancemos la dimensión superior, que
descubramos al Creador entre los amigos en la unidad entre nosotros. Si
somos al menos diez personas, de acuerdo con la ley de raíz y rama,
tenemos el poder suficiente, a través de la influencia mutua podemos
descubrir al Creador entre nosotros. El resto depende de nosotros según la
medida de influencia mutua que exista entre nosotros diez. En este
trabajo, no solo unimos nuestros esfuerzos. Incluso en nuestro mundo,
existe un único fenómeno de resonancia. En el mundo espiritual, esto se
expresa de una forma mucho más fuerte. Cuando nosotros estamos unidos,
alcanzamos un resultado que está mucho más allá de la suma nominal de
los participantes. Aquí opera una forma holística; un
sistema completo de leyes. No sólo unimos las partes individuales, más
bien hacemos un trabajo completo entre nosotros con el fin de descubrir
el poder superior. Los jugadores de un buen equipo de fútbol también
están dispuestos a colaborar de una manera maravillosa, pero nosotros le
añadimos a este una dimensión superior. Al igual que las piezas de un
motor, estamos conectados de manera correcta, entonces, nuestro motor
compartido obtiene el combustible para funcionar. Por lo tanto, es claro que el grupo es
tan importante como el Creador. Ustedes ven, éste se convierte en la
vasija a través del cual lo revelamos a Él. A través de nuestra
inclusión en ésta, cada uno de nosotros pierde su “yo”, adquiriendo la
totalidad de la vasija. Si estoy conectado con los diez, de hecho, todo
esto es mío. Yo invierto en una conexión y me uno con los amigos según
mi manera especial, a mi “estilo”. Por lo tanto, todo está en mis manos y
ésta es mi alma.
De esta manera, todos están conectados
con el grupo desde su punto en el corazón y adquieren el alma. A pesar
de que la vasija es compartida, ésta se expresa con diferentes
propiedades encada uno, de acuerdo a sus cualidades y al final del
camino, cuando cada uno corrija su integración con los demás, nosotros
nos unimos en un todo y nos convertimos realmente en un alma.
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