Con los dictadores que han llegado al poder como Hitler, seguramente hay una sensación de que ellos proceden como educadores para salvar a la sociedad.

Hitler no fue un dictador. Él llegó al poder en una elección democrática. Las personas lo eligieron. Por lo tanto, es imposible decir que él conquistó el gobierno a través del poder como se hizo digamos en Rusia o en algunos otros países. Además, Alemania no era una nación que pudiera conquistarse con la ayuda de la fuerza militar. Esto se hizo a través del poder de la persuasión.

Pregunta: ¿Está usted diciendo que los sabios que  ahora necesitan llegar al poder también deben persuadir a las personas?

Dr:Laitma Ellos no necesitan persuadirlas, sino más bien educarlas, hablarle a la persona acerca del significado de su vida. La persuasión solo es posible cuando ustedes actúan a nivel bestial. Hitler, concretamente logró esto: Él puso presión en los instintos bestiales del pueblo alemán. Lo mismo puede hacerse con cualquier otro grupo de personas, puesto que todas ellas están internamente convencidas de que “somos únicos” y esta inclinación hacia la unicidad puede elevarse al nivel del fascismo, del nazismo, es decir, personas que pueden ser reunidas con este fin y dirigidas contra las demás. En la sociedad integral, el nuevo paradigma hacia el que avanzamos, es completamente diferente: la humanidad general, la completa integralidad, la similitud con la naturaleza como un sistema único, un equilibrio entre nosotros y la naturaleza, en el que cada uno está en su lugar con el fin de mejorar a la humanidad, de ayudarles a todos a “salir de sí mismos”. Este salir de uno mismo lo sentirá cada uno como una adquisición de un método de existencia absolutamente nuevo, por medio del cual la persona comienza a sentir la vida precisamente por fuera de sí misma y no dentro de ella. Específicamente esto es lo que el sabio, el líder del nuevo mundo difunde y aconseja y así esto puede ser absolutamente diferenciado de lo que los otros líderes y dictadores han hecho antes que él.