Se trata de la diferencia entre Abraham
y Babilonia. En Babilonia, fue aceptado mantener el egoísmo no
corregido y, al mismo tiempo, gritar acerca del amor. Por otro lado, el
método de Abraham, es decir, la propiedad de la misericordia (Jasadim), es la auto corrección en el camino hacia el otorgamiento, donde el otro se vuelve más importante que ustedes mismos. Esto sólo puede lograrse a través del
trabajo de grupo basado en Abraham y construido por él. En ese momento,
después de haber reunido a las personas, él comenzó a enseñarles la auto
negación, la auto anulación y la unidad hasta el punto del amor por el
otro como a uno mismo. Uno debe llevar a cabo este trabajo en la
práctica, de manera precisa, en el grupo donde construimos nuestro
entorno. Por lo tanto, yo no veo personas involucradas en esto en ningún otro sitio. En las últimas generaciones, nadie excepto Baal HaSulam y Rabash en particular, escribieron acerca de la necesidad decisiva de la unidad y la garantía mutua.
¿Facilitan la corrección del egoísmo las
diversas religiones y creencias, círculos y organizaciones que predican
el amor por el otro o ella simplemente implantan tales o cuales
atributos colectivos? Por ejemplo, la Alemania nazi también unió a las
personas. Entonces, la pregunta es de qué clase de unidad que estamos hablando. Tenemos una metodología que le permite a
la persona unirse con otros, darse ella misma al entorno a fin de
revelar otorgamiento y amor mutuos por el bien de toda la humanidad, no
sólo a alguna parte de ella que se escuda en métodos fascistas o
proteccionistas y en última instancia, lograr una forma de otorgamiento
y amor absolutos y abstractos, en otras palabras, darle contento al
Creador. Ustedes pueden encontrar en Internet una
gran cantidad de material sobre el amor por el otro. Todos hablan de
él, sin mencionar a Israel y a Abraham, como si fuera un invento
personal o de propiedad de su religión. Cuando el egoísmo cubre los
ojos, las personas no entienden la profundidad del asunto, no conocen la
historia y afirman que conocen la verdad última. No hay nada que
puedan hacer al respecto. Por nuestra parte, ya estamos basados
en el método de Abraham. Él descubrió el amor por el otro como a uno
mismo y después de haber salido Babilonia, adoptó esta metodología.
Entonces, Moisés la desarrolló por medio de la unidad en el Monte Sinaí
y así sucesivamente. En general, nosotros estamos hablando acerca de la
tarea del pueblo de Israel, acerca de sus fundamentos. Este se formó
originalmente sobre esta base. Si no existieran los fundamentos, no
habría habido nación. Todas las demás naciones llegaron a
existir de manera natural, pero Israel “no es un pueblo” en este
sentido. Ella no se encuentra entre las demás naciones, porque su
fundamento es el otorgamiento, el amor por el otro como a sí mismo,
separada de la realidad de nuestro mundo. Israel son las personas
conectadas entre sí por el deseo de encontrar entre ellas otorgamiento y
amor, y de elevarse en este amor por encima de su deseo egoísta. No
existe una nación de Israel sin este fundamento. En otras palabras, no
se le puede llamar “un pueblo” mientras se encuentre en el exilio del
mundo espiritual. Los judíos
en Egipto no fueron una nación hasta que salieron de la esclavitud y
aceptaron los medios que les permitían vivir como un hombre con un
corazón, en garantía mutua común. Sólo entonces se convirtieron en un
pueblo. Hoy, ellos nuevamente no son un pueblo, sino una reunión de
exiliados. No es por casualidad que a lo largo de
historia, los judíos se preocuparon tanto por la educación. También
nosotros queremos establecer el método de educación integral en medio de
nosotros y luego pasarlo a toda la nación y al mundo entero. Solo hay
una razón para ello: Éste no existe sin la nación. Los mismos conceptos de “pueblo”, “país”
y “sociedad” entre los judíos seguían la educación. Antes que Abraham
los educara, que les enseñara a quienes escaparon con él en Babilonia,
ellos no eran un pueblo. Después de todo, es necesario tener el
“pegamento” que conectará a las personas en una sola; de lo contrario
ella son extrañas entre sí. Es la educación en el principio del amor al
otro como a uno mismo lo que los reúne en un grupo unificado o una
nación unificada. Por supuesto, son un pueblo único, diferente a todos
los demás. Ellos están unidos de acuerdo a las condiciones de nuestro
mundo y con el fin de unirse, Israel debe aceptar los términos del
mundo espiritual. Este es el origen de su completa
oposición al resto del mundo en términos de educación y de la esencia
del amor por el otro. Si los demás están dispuestos a distribuir este
principio a sus naciones, Israel no
puede limitarse a sí misma, porque esto no es amor como debe ser.
Inicialmente, nosotros debemos ser conscientes de la meta de la creación
y llevarla al mundo. De lo contrario, en vez de amor, existirá el “ego
de la gente”, el “ego nacional,” o, como se le conoce hoy, “orgullo
nacional”, lo cual es absurdo. Israel no puede tener nada como esto.
Tiene que limitar su ego y conectar a ella los valores espirituales,
superiores en vez de jactarse de sus diferencias en los asuntos de este
mundo.
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