La cuestión es que el estudio por correspondencia o virtual es una cosa
nueva. Por lo general, el estudio por correspondencia en una
universidad no se considera algo muy serio. Cuando se trata de la sabiduría de la Cabalá,
es un asunto más agudo todavía, puesto que debe haber algún tipo de
contacto entre el maestro y el estudiante al menos una vez en la vida.
Este les permite conectarse inicialmente y luego ya actuar a distancia,
mediante el desarrollo de la sensación del contacto entre ellos. Pero si
nunca ha habido ningún contacto, es muy complicado.
Después de todo, testigos son aquellos
que ven y no aquellos que oyen; incluso en los tribunales o en
cualquier otro lugar las personas preguntan: “¿Lo viste o lo
escuchaste?” De tal manera que un verdadero testigo es alguien que
realmente ha visto las cosas. Además, durante las reuniones hay
contacto entre la audiencia y yo, mientras que las personas en la
audiencia también se conectan entre ellas tratando de ser un todo y es
entonces cuando podemos revelar el estado superior. Pero cuando la
persona estudia virtualmente y está sola en algún lugar o con unos
cuantos amigos, no es suficiente. Entonces, las reuniones masivas donde yo
también estoy presente deben tener una impresión muy fuerte que
realmente no puede sentirse virtualmente. Por lo tanto, yo tengo que ir a
las convenciones. No hay otro camino; así debe ser. Nosotros no debemos subestimar el
contacto físico, dado que el coeficiente de beneficio hacia el que lleva
esta acción es muy grande. Es por esta razón que nuestro mundo
fue creado en una forma física, puesto que es a partir de este nivel
que se inicia el contacto espiritual, de tal manera que hagamos de ella
lo mejor y reunámonos todos.
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