Después haberse unido con un grupo de personas que desean alcanzar el
grado de amor del Creador, de desear tomar de ellas la fuerza para
trabajar con el fin de otorgar y ser movido por sus palabras acerca de
la necesidad de obtener el amor del Creador, él debe considerar a cada
amigo en el grupo como más grande que él mismo. Está escrito en el libro
Matan Torá (La Entrega de la Torá, p. 143), que uno no se
impresiona por la sociedad o toma su apreciación por algo, a menos que
considere que la sociedad es más grande que él mismo. Esta es la razón
por la cual cada uno debe sentir que es el más pequeño de todos ellos,
ya que aquel que es grande no puede recibir de uno que es más pequeño
que él, mucho menos ser impresionado por sus palabras. Más bien, es sólo
el más pequeño quien se impresiona a través de la apreciación por aquel
que es más grande. Esta es la mayor ley y regla para abrir el mundo espiritual. Si seguimos todas las instrucciones que el Rabash nos
da, entonces no habrá obstáculos a lo largo de nuestro camino. Nosotros
tenemos que estar listos para dar estos pasos, puesto que el mundo lo
necesita. El Creador no sólo nos da una oportunidad de establecer el
grupo espiritual por nosotros mismos y darle alegría a Él, sino que Él
también nos da una misión mucho mayor. Él nos da a entender que la única manera
de darle alegría, es corrigiendo Su mundo. Por consiguiente, Él lleva a
este mundo al borde del colapso para que nosotros podamos preparar al
mundo para la revelación del Creador y en consecuencia darle alegría a
Él. Entonces cuando nosotros trabajamos para
comenzar a estar más unidos, debemos recordar que eventualmente tenemos
que atraer al mundo entero hacia adentro del grupo y por lo tanto
provocar la completa revelación del Creador a los seres creados. Como Baal HaSulam dice, estos son los “días del Mesías”, el final de la corrección. Así que nosotros tenemos que mantener
las leyes de las conexiones, auto anulación y auto concesión, muy
seriamente para apoyarnos y fortalecernos mutuamente uno al otro con el
fin de alcanzar el espíritu de vida, la confianza y llenarnos de
esperanza por el hecho que cada uno está impresionado por los demás.
Para hacer eso, cada uno tiene que ver a los otros como grandes, estar
impresionado por ellos, dándoles el poder para trabajar en nuestra
conexión y unidad.
Tenemos que pedir de Arriba la fuerza
para conectarnos, hacer un pacto entre nosotros, una garantía mutua, un
apoyo mutuo, la impresión y el estar mutuamente incorporados unos en
otros, hasta que finalmente alcancemos el poder colectivo, la pequeña
fuerza espiritual con la que transformaremos al gran mundo. Entonces,
veremos que cuando tengamos un poder espiritual colectivo, aún el más
pequeño, el mundo se extenderá prácticamente ante nosotros; estará listo
para recibir de nosotros, dado que la Luz será vertida a través de
nosotros hacia el mundo entero. Tendremos éxito donde quiera que
nosotros vayamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.