Si cada uno se anula a sí mismo, nosotros comenzamos a elevarnos,
entonces se añade una cantidad de ego adicional. Supongamos que estamos
juntos, después de haber alcanzado cierta conexión y a través de ella,
todos reciben el poder de anularse ante los amigos.
En el
círculo anterior, todos éramos iguales y como resultado de nuestro
trabajo mutuo, nos levantamos y creamos un nuevo círculo en el que todos
nos volvemos más grandes y más altos de lo que éramos antes. Cada uno
de nosotros parece permanecer en el mismo lugar, pero yo elevo todo el
círculo y lo miro desde abajo. Todos los amigos están por encima, y sólo
yo permanezco abajo. No me veo a mí mismo en el círculo superior, sino
más bien abajo. Por lo tanto, cada uno ve al grupo como superior a él. Todos nos hemos anulado a nosotros
mismos ante los demás y por lo tanto hemos recibido un gran poder
colectivo. Hemos ascendido y nos hemos corregido a nosotros mismos. Esto
significa que hemos alcanzado nuestra auto anulación total en este
nuevo estado, pero ¿cómo podemos seguir creciendo? Aquí, a cada uno de
nosotros se le añade un ego adicional para que podamos crecer, como un
embrión al que se le añade carne y luego esta carne debe tomar cierta
forma. El embrión recibe la sangre de su madre que se coagula y se
vuelve carne, por medio de la cual crece. Este ego adicional genera odio en
nosotros y lo sentimos en cada nivel. Si ascendemos y nos anulamos
nosotros mismos, estamos listos para ascender al siguiente nivel,
entonces recibimos un deseo de recibir adicional, no corregido,
proveniente de la ruptura. Estábamos en el nivel raíz de Aviut (grosor),
pero en el nuevo estado, nosotros ya necesitamos el de la fase uno.
Dado que tenemos que recibir esta brecha entre los niveles, el ego
adicional se revela como el odio. Esto es lo que nos ayuda a crecer
realmente.
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