¡Hoy
hemos regresado a Mesopotamia! Una vez más estamos en la antigua
Babilonia. Sólo que esta Babilonia ahora abarca todo el globo. La
antigua Babilonia, una civilización de tres millones de personas, ha
crecido hasta siete mil millones. Estamos de regreso en el lugar del
cual escapamos, es decir en la misma crisis por la que pasaron los
antiguos babilonios. Esto es exactamente lo que los cabalistas
predijeron.
Pregunta: ¿Pero las personas en la antigua Babilonia se las arreglaron para salir del ego?
Dr: Laitman
Ellos no superaron la crisis pero la resolvieron de una forma
diferente. Se alejaron el uno del otro y se dispersaron por la tierra,
lo cual nosotros no podemos hacer. Si no resolvemos la crisis en la que
estamos, usando la sabiduría de la Cabalá, a lo único que podremos
recurrir será a la guerra, no hay otro camino. Este es nuestro único
punto de libre albedrío,
o traemos a las personas hacia nuestro método antes de que comiencen
una guerra o bien están a punto de experimentar el camino de los
sufrimientos; no hay otra forma. La naturaleza no es cíclica, nunca lo ha
sido y nunca lo será; ésta no se desarrolla de esa manera. Lo vemos en
la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada; lo vemos en el espacio.
Si un cierto cuerpo gira alrededor de otro cuerpo, no significa que sea
un ciclo sino que se mueve hacia adelante. Esto ocurre de la misma forma
en que el movimiento hacia adelante y hacia atrás de una rueda nos
lleva finalmente hacia adelante. La naturaleza no necesita de ciclos. Si
decimos que la naturaleza es consciente, sabia, que nos creó y está
claro que el programa que nos maneja es mucho más sabio que nosotros,
entonces lo cíclico es corrupción, falto de propósito y absolutamente
no concluyente. Los cabalistas comenzaron a escribir desde los días de Adam.
Él fue el primer cabalista que descubrió el mundo espiritual hace 5,770
años y quien escribió acerca de éste en el libro El ángel Ratziel.
Desde entonces todo lo que los cabalistas profetizaron se cumplió con
precisión. Por lo tanto, no veo razón para que esto cambie. La persona que estudia Cabalá comienza
ver sus leyes, dado que es igual que en la física: Existen dos fuerzas,
dos vectores que están equilibradas por una tercera fuerza, un Masaj (pantalla), no hay nada excepto eso. En esto se basa el funcionamiento de todos
los sistemas, de todos los diferentes mecanismos en la naturaleza
inanimada, en las células vivientes, en un organismo que es una
colección de células y así en adelante, hasta llegar a la sociedad
humana, a una colección de egoístas. Todos están gobernados por las
mismas leyes que son clarificadas con minuciosa precisión. Un cabalista que estudia las leyes de la
naturaleza, en realidad experimenta esos estados. Así él pasa por lo
que la humanidad aún no ha pasado y puede escribir acerca de ello para
la humanidad e instruirla. De otra manera, no tienen razón para
hacerlo. Nosotros comenzamos a estudiar Cabalá desde el nivel de Ein Sof
(Infinito) desde donde desciende una fuerza, la fuerza positiva del
otorgamiento y entonces gracias a eso, se crea una segunda fuerza, la
fuerza negativa de recepción, el deseo. Después estudiamos acerca del
desarrollo de esas dos fuerzas, acerca de las cuatro fases de la Luz
directa y acerca de su descenso hasta nuestro mundo. Por cierto, la Torá sólo describe el mundo de Atzilut, el mundo de la corrección y no lo que lo precede. “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”, lo cual significa que Bina del mundo de Atzilut genera el sistema de ZON (Zeir Anpin y Maljut). Este es el nivel más exaltado en la Torá. De hecho en Cabalá estudiamos las Sefirot más elevadas. Cuando estudiamos esas leyes, vemos que
se cumplen en todo lugar sin excepción. La naturaleza corporal es un
resultado de esas leyes. Esta transparente, vemos como todo se mueve,
crece y se desarrolla; vemos cómo esas dos fuerzas cooperan, generan la
naturaleza inanimada, la vegetativa, la animada y la “hablante”; vemos
lo que genera cada pequeño movimiento en nuestro mundo. Por lo tanto
aquí no puede haber suposiciones.
Lo principal es que el libre albedrío
que tenía la humanidad en la antigua Babilonia aún existe hoy. Pero es
libre albedrío relativo. Si no quieren usarlo y avanzar por el camino
bueno y consciente, significa que deben añadirse más sufrimientos para
que ustedes entiendan que necesitan desarrollarse de forma positiva. De
otra manera podrían llegar a una guerra mundial nuclear. Después de todo, sin importar lo que
digamos, los sufrimientos tienen un papel educativo, aun cuando estamos
en retroceso continuo. Sufrimos un retroceso cuando fuimos egoístas,
pero ahora no hay hacia dónde retornar, entonces una guerra será una muy
seria adición que nos ayudará a entender cómo son las cosas realmente,
pero eso no es nada deseable.
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