Es muy simple. Yo ya lo he explicado muchas veces. Digamos que nosotros aspiramos a
elevarnos hasta el Creador, hasta la propiedad de otorgamiento. No
podemos dirigirnos hacia el Creador solamente por nuestro propio bien,
aunque pidamos que se nos conceda la propiedad de otorgamiento. “¡Dame
la cualidad de otorgamiento! ¡Corrígeme!”. ¿Por qué? Esto suena como si
estuvieran culpando al Creador por hacerlos “malos” ahora están
pidiéndole a Él: “¡Corrige lo que hiciste!” Existen rasgos muy sutiles aquí.
Recuerden, nosotros no podemos dirigirnos al Creador con nuestras
peticiones personales. Nuestra demanda tiene que ser general y venir de
todos los amigos. Sólo cuando tratamos de unirnos en un grupo y crear propiedades comunes entre nosotros, podemos dirigirnos al Creador al
pedirle a Él que se manifieste en nosotros. Nuestra petición hacia Él es
llamada MAN y Su respuesta hacia nosotros es llamada MAD. Pero incluso, si recibimos algo en respuesta, será sólo una ligera sensación de espiritualidad llamada Galgalta ve Eynaim o Jafetz Jesed (uno que no desea nada para su propio bien), ¡Nada más!. Con el fin de sentir verdaderamente la
espiritualidad y ocasionar la fuerza superior, nosotros no necesitamos
deseos propios, sino los deseos de nuestro prójimo. De otra manera,
nuestra demanda por propiedades altruistas, será sólo un deseo egoísta. “¿Por qué necesitan ustedes cualidades
altruistas? ¡Sean felices así como Yo los creé!” Si uno quiere elevarse
por encima de su naturaleza, entonces no debe pedir que se la alteren. Piensen en ello y traten de “digerir”
internamente esos estados. Si nosotros justificamos al Rey, entonces
validamos todo lo que Él nos hace, aunque Él nos encarcele. Si no
aprobamos al Rey, significa que nuestro egoísmo está gritando dentro de
nosotros que lo juzgamos todo a través de nuestros propios estados. Por lo tanto, debemos dirigirnos al
Creador todos juntos a fin de revelar verdaderamente al Creador, en vez
de orar sólo por nosotros mismos. Si lo hacemos, adquiriremos una
“pequeña adición”, siete mil millones de personas, la humanidad entera. Si cuidamos de los demás como si ellos
fueran nuestros hijos, entonces comenzaremos a sentirlos. Tan pronto
como comience nuestra influencia sobre ellos, su reacción de pronto se
volverá clara para nosotros. Comenzaremos a preocuparnos por ellos. Los
entenderemos y los sentiremos como si fueran nuestros hijos. Nos daremos
cuenta de lo que es bueno y lo que es malo para ellos, dado que
sentiremos su dolor interno. Sentiremos su reacción, su demanda, su MAN por salvación y unidad, que estará dirigida hacia nosotros.
Nosotros somos incapaces de hacer esto
por nuestra cuenta. Entonces una vez más, ¿pueden ellos unirse realmente
y volverse un todo único aunque no sean un grupo cabalístico? Ellos no
saben nada ni quieren estudiar, dado que no tienen ninguna
predisposición para ello. Con el fin de conectarse internamente, necesitan la Luz Superior, al Creador. El MAD
se les transmitirá a ellos a través de nosotros. Ellos lo sentirán
porque mientras los educamos, nos volveremos una fuente de energía para
ellos. Nosotros servimos como un eslabón de transición para ellos.
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