Esta ya es la segunda etapa. En primer lugar, de manera intuitiva,
nosotros siempre tratamos de seguir nuestros sentimientos, y sólo
después de ello activamos el intelecto. Sin embargo, las emociones
pueden cambiar en un momento. Un primer contacto es suficiente para
que yo no rechace a una pareja potencial. Su apariencia externa,
comportamiento y modales al menos deben causarme sensaciones neutrales, e
incluso atraerme un poco. De hecho, una familia que se supone que deba
existir junta durante muchos años no puede estar basada en la atracción
sexual egoísta.
Pregunta: Sin
embargo, para mí no es suficiente con que una mujer no sólo no me
repugne. Yo quiero encontrar a la mujer más atractiva del mundo en todos
los sentidos: bella, sensible, inteligente y sexy. ¡Es un sueño que he
buscado toda mi vida!
Dr: Laitman
El amor no depende de la forma externa. Es suficiente con que la
apariencia externa de la pareja no sea repulsiva y de alguna forma sea
agradable para ustedes. ¡Tienen que estar preparados para comer de sus
manos! Deben sentir placer al tocarla, sentir placer por su
preocupación. Debe haber un poco de magia con ella. No
es una atracción enloquecedora en la que pierden la cabeza por ella,
simplemente se trata del placer del contacto físico, intelectual y
emocional. ¡Deben sentir placer de esto y nada más!. Esto todavía no es amor. El amor viene
después como resultado del desarrollo de todas estas conexiones. El amor
es un hábito de atribuirle el placer que obtengo a la pareja. Entonces,
empiezo a amar. Aquí tenemos un posible ejemplo: Si yo
tomo un perro que comienza a vivir a mi lado, le doy de comer, cuido
de él y estoy preocupado por él, él comenzará a amarme. Sin embargo,
¿cuál es la diferencia entre una persona y un perro? Se sabe que las
personas adoptan niños ajenos y empiezan a hacerse cargo de ellos,
finalmente ellas los aman no menos, e incluso más de lo que los amarían
si fueran sus hijos biológicos. Ustedes ven que ellos invierten mucho
más esfuerzo en estos niños, porque tienen miedo de que ellos no puedan
amar a sus padres adoptivos. Lo mismo sucede en las relaciones de
pareja. Si invertimos esfuerzo uno en el otro y sabemos cómo
desarrollar esta inversión compartida, la emoción que se crea a partir
de ellos, se llama amor. Esto quiere decir que el amor es mi actitud
hacia la persona que está a mi lado, en la cual es placentero sentirla a
mi lado todo el tiempo. Yo amo su amistad, su relación conmigo y
su contacto. Tengo que estar conectado con ella. De hecho, esto se
llama amor y no está conectado en absoluto con la atracción sexual.
Esto nos habla de una sensación interna en la que extraño a esta persona
cuando no está cerca de mí. A menudo, la pareja se queja de las
dificultades para construir las relaciones íntimas. Sin embargo, las
relaciones íntimas no se construyen sobre la conexión sexual. Después de
despertarse en mí la necesidad de contacto con otra persona, yo siento
el placer de que ella esté cerca de mí. Por encima de esto, construimos
relaciones sexuales completamente diferentes.
Estas relaciones son una adición
maravillosa a una conexión aún más profunda entre nosotros, entonces
realmente podemos disfrutar el uno del otro. Yo no uso a mi pareja, su
cuerpo, sino que para mí es realmente agradable sentir que ella me
disfruta a mí y yo disfruto de ella. Esta es toda la gama de conexiones entre
nosotros en los diferentes niveles, de tal forma que la emoción de una
conexión íntima es absolutamente diferente, puesto que es mucho más
profunda e intensa. Específicamente debido a que yo le otorgo al otro,
se acercan a mí las ondas de amor y unión. Así está escrito en los
Salmos y en el Cantar de los Cantares 6:3: “Yo soy de mi amado y mi
amado es mío”.
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