Es una parte inseparable de nuestra cultura humana. Tradiciones
ancestrales de comidas en comunidad nos distinguen de los animales. Una comida es una acción natural para
nuestros cuerpos. Los bebés están ligados a sus madres por un cordón
umbilical a través del cual ellos reciben el sustento. Cuando los
adultos se sientan ante la mesa y comen juntos, esta es una señal de
confianza mutua y conexión entre ellos. Nuestras comidas son muy específicas
porque estamos en ese estado de conectividad. Sin embargo, nuestras
comidas no son cabalísticas hasta el momento; más bien, están en medio
entre lo que quisiéramos alcanzar y lo que somos capaces de alcanzar. Durante las comidas, nosotros no les
“insinuamos” el trabajo interno a nuestros amigos; en lugar de esto,
llenamos a los otros al hacer preguntas, dar respuestas, cantar
canciones, decir Lejáim. En otras palabras, llenamos a los demás y no les dejamos ser ellos mismos. Cualquiera que asista a nuestras comidas
comunes debería enfocarse internamente y muy poco en los demás. Debería
haber una comunicación puramente interna entre nosotros.
Pregunta: ¿Cuál es la raíz espiritual de las comidas?
Dr: Laitman La raíz espiritual de las comidas es recibir la Luz de Jojma. El Kli (vasija) tiene que estar listo para el atributo de Jesed (otorgamiento). Sólo bajo la condición de que las vasijas reciban la Luz de Jassadim puede experimentarse el hambre espiritual. Esto ocurre porque la vasija adquiere una oportunidad de recibir la Luz de Jojma, pero esta no desciende hacia la vasija. Este es un prerrequisito de la aclaración y la revelación de la Luz de Jojma. En este punto, ocurre la absorción (el consumo) de la Luz, y aparecen los Ta’amim (sabores).
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