El Tabernáculo es una patente Divina de conexión entre dos fuerzas opuestas que se complementan una a la otra. En nuestro mundo sólo hay odio,
rivalidad, disputa y desacuerdo. Al acumularse más y más, estos se
convierten en una guerra y después todo se tranquiliza por un momento.
Pero la paz y tranquilidad son sólo un periodo de transición hacia el
siguiente nivel de odio y competencia. Desafortunadamente, la patente Divina no
es conocida para el hombre, dado que vemos que en toda la historia las
personas se odian entre sí, sin importar cuán arduamente traten de
establecer entre ellas mismas diferentes marcos de diplomacia, ética,
leyes, etc.
En el pasado, había ciertas normas y
códigos de comportamiento que no existen hoy. Nadie se avergüenza de
nada, nadie se avergüenza ante nadie, y la competencia es algo natural. En el pasado, el hombre, no el dinero,
estaba en primer lugar. Los valores principales eran las necesidades
culturales de la persona y su perspectiva. Es decir la forma en que ella
fue educada. Hoy, sin embargo, todo se mide en
términos de dinero. Los jóvenes no eligen una profesión de acuerdo a sus
inclinaciones sino debido a que el sueldo es alto. Simplemente hemos ascendido al siguiente
nivel de oposición entre dos fuerzas opuestas y ahora debemos llegar a
un estado muy serio y especial en el que no seremos capaces de vivir en
el odio, la envidia, la competencia, rivalidad, conflictos y disputas. Hoy todos están de acuerdo en que se
siente resistencia hacia todos los demás y todos sienten resistencia
hacia ciertos individuos, pero eso no le preocupa realmente a nadie, “¿
qué?, así soy yo y así me relaciono con los otros”. Este es un estado
muy bueno porque es aquí donde se revela la verdad. Así es como vivimos y esta es nuestra
naturaleza. La crisis está en todos lados mientras vemos que parte de la
humanidad pasa hambre, mientras la otra parte desperdicia comida, pero
las personas ignoran tranquilamente esto, “qué si las personas mueren
de hambre, eso no nos importa”. No sentimos compasión sino sólo
rivalidad y odio hacia todos. Entonces necesitamos llegar a un estado
en el que esta rivalidad se vuelva insoportable porque de otra manera
esas dos fuerzas opuestas se acercarán tanto una a la otra que habrá
chispas entre ellas que nos quemarán y nos llevarán al fin de nuestra
existencia. Necesitamos sentir esta amenaza
directamente, no con respecto a la humanidad, sino con respecto a
nosotros mismos, porque no nos importa nadie excepto nosotros mismos. Cuando esta sensación llegue a nuestro
“yo” interno, las personas se darán cuenta y reconocerán el hecho de que
tiene que haber una salida de esto, dado que existe un punto de
división en la naturaleza que nos permite salir de este estado.
Entonces, gracias a nuestro gran deseo egoísta, comenzaremos a buscar y a
exigir desde nuestro interior el camino hacia el estado opuesto. Lo
encontraremos porque tenemos un método para crear una resistencia así
entre nosotros, mediante la cual podemos cambiar nuestro trabajo en odio
mutuo hacia el amor, la justicia, el entendimiento mutuo y la
igualdad. Este es todo nuestro trabajo. Es por eso
que nos dieron una cabeza y conocimiento, de tal forma que no
avanzáramos en la oscuridad como un topo, sino por el camino de la Luz,
viendo la meta ante nosotros.
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