Yo ya he explicado muchas veces que las acciones físicas no determinan
nada espiritualmente. Todas las investigaciones y correcciones se
realizan en las relaciones entre las personas. Sólo hay dos correcciones:
1) “El otorgamiento en aras de otorgar” o “No hagas a otro lo que es odioso para ti”.
2) “Recepción en aras de otorgar” o “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
A través de la primera corrección, nosotros alcanzamos la propiedad de Bina, otorgamiento (Jafetz Jesed) y a través de la segunda corrección, alcanzamos la propiedad de Keter, al Creador. Estas son las dos etapas de corrección de las que habla toda la Torá. Hay 613 “consejos e instrucciones de la Torá” (Eytin y Pkudin) de acuerdo a estas correcciones; todas ellas son acciones para la corrección del deseo. Y la circuncisión (Brit Milá) se refiere a la corrección del deseo cuando a uno le está prohibido su uso más allá de Sefirá Yesod, la cual está siendo corregida. No hay cirugía física que pueda ayudarle
a la persona a ser santa o espiritual. Nosotros tenemos que enfocarnos
en las correcciones internas, espirituales, pero cada uno puede seguir
observando las tradiciones de sus antepasados. Al describir la sociedad corregida del futuro en su artículo, “La Última Generación”, Baal HaSulam escribe que cada uno puede mantener su religión; esto no está en conflicto con el alcance espiritual. Por supuesto, las tradiciones judías se
diferencian de otras tradiciones en el hecho de que reflejan las
verdaderas leyes espirituales, pero su observancia externa de ninguna
manera facilita la corrección del alma. Ellas son sólo un conjunto de costumbres destinadas a ser observadas en este mundo como la cultura del pueblo.
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