La sabiduría de la Cabalá habla sobre el sistema completo, global y sus
leyes. Este sistema es la naturaleza, la divinidad. La ley de la Luz,
el Kli (vasija) operan en él y todo se deriva de ella. En relación a nosotros, este sistema fue
creado hace mucho tiempo. Fuimos la última que se creó dentro de él y
tenemos que aprender cómo usarlo para traernos al primer estado de
plenitud: la meta de la creación. Eso es lo que debemos alcanzar. En este sistema hay fuerzas que actúan y
partes sobre las que se actúa. Este es muy complejo. Gracias a su
influencia y a las fuerzas que actúan sobre nosotros, nos desarrollamos. Como resultado de este desarrollo,
alcanzamos un estado que indico por la sabiduría de la Cabalá.
Comenzando con nosotros y moviéndonos hacia afuera, nos convertimos en
partes activas que incluso pueden activar el sistema. Si no hacemos
esto, el sistema influirá en nosotros para que aun queramos usarlo
correctamente. Después de todo, vivimos a través de la
sensación buena o mala. En última instancia, esto es toda nuestra
existencia: Estamos entre una buena, una mala sensación y tratamos de
acercarnos constantemente cuanto más nos sea posible a lo bueno y de
alejarlos en lo posible de lo malo. Así es como nos motiva el sistema. En nuestro desarrollo no todos somos
iguales. Si fuéramos iguales, seríamos un bloque y no muchas partes.
Cada parte tiene su propósito, su causa, su origen, así como su proceso
de corrección y la forma final. Cada parte debe llevar a cabo lo que se
le impuso, lo que el sistema espera de ella como parte activa que tiene
que estar en su lugar para realizar su obligación. En relación a todas las partes del sistema, los seres humanos se dividen en dos categorías:
- Las personas que reciben la oportunidad para el trabajo espiritual, es decir, la oportunidad de conocer el sistema y trabajar conscientemente dentro de él a través de la sensación y el intelecto, puesto que están obligadas a llegar a la auto realización.
- Aquellas que todavía no han aceptado esta oportunidad y la aceptarán mucho más tarde, como está escrito, “Porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande de ellos ” (Jeremías 31:33).
Este proceso se extiende gradualmente y
los incluye a todos. Además, nosotros tampoco somos los primeros. Antes
de nosotros existieron Adam ha Rishón (el primer hombre), los
cabalistas de cada generación. Nosotros estamos activos en nuestra
era. Por lo tanto cada uno debe aprender, conocer y comprender sobre el
origen de su alma. Aquellos que reciben el despertar espiritual, en la medida de su implementación, son llamados Israel, Yashar-El,
directamente hacia el Creador. Los que todavía no han recibido un
despertar so llamados las naciones del mundo. Pero esto no quiere decir
que no tengan la posibilidad dada a Israel; esta simplemente no se ha
realizado aún. Como resultado de esto, se le ha
impuesto a Israel un trabajo especial, no sólo en lo que respecta a
ellos mismos, sino también en relación a las naciones del mundo. Si
entre las naciones del mundo hay personas que han aceptado este mensaje
de Israel, entonces también se les asigna en esa medida el trabajo de
conexión, ayuda, apoyo, ánimo y así sucesivamente. Estas dos partes
deben trabajar juntas, lo cual requiere de la unidad entre todos, de tal
forma que interactúen correctamente. Además, Israel también está dividido en partes: Cohanim (sacerdotes), Leviim (músicos, cantantes, maestros de la Torá), Israelim
(israelitas), quienes difieren en su trabajo. Entre las naciones del
mundo, hay setenta fuentes latentes que también ponen un sello en sus
partes individuales. Pero todo esto se aclarará en el camino. Hoy, en la etapa actual de desarrollo,
todo el mundo ha recibido un despertar, una “invitación”, un llamado, un
empujón, una oportunidad para la corrección y para la participación en
el proceso. Para algunas personas, este llamado se presenta en una forma
más consciente y concentrada, jalando de ellas hacia adelante. Otras no
se sienten tan atraídas y son empujadas desde atrás a través de golpes,
y “patadas”. De una u otra forma, ambas son movidas por diversos tipos
de sufrimiento. Hay “sufrimientos de amor” hay una gran variedad de
diferentes tipos de sufrimiento. Pero, en general, la etapa actual del
desarrollo histórico se caracteriza por el hecho de que todos comienzan a
sentir, en mayor o menor medida, que estamos viviendo en un momento
único y que la humanidad debe pasar a través grandes cambios.
Especialmente en materia de la percepción de sí mismos: ¿Qué es lo
propio y qué es el mundo? Aquí, por supuesto, somos ayudados por varias
ciencias. Ha llegado un momento único del cual
hablaron los cabalistas de forma anticipada. Y todo el desarrollo del
pueblo de Israel estaba destinado específicamente para este tiempo; de
la época babilónica pasaron por todo tipo de etapas de preparación,
elevaciones, rupturas, exilios, de manera que hoy en día esté listo
para su verdadero y última rol. Después de todo, Israel es un grupo
único en la humanidad que recibió dirección, anhelo, conocimiento, mente
y sensación, todo lo necesario para corregir a toda la humanidad.
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