Antes de continuar con la
historia, tenemos que dar un poco de información acerca de la ciencia,
en la que tan a menudo confiamos. No es difícil adivinar que hablaremos
acerca de la sabiduría de la Cabalá. He aquí algunas palabras sobre los
orígenes de la Cabalá “Abraham ¿en qué fue el primero?
Como ya hemos mencionado, él fue el primero en arreglárselas para
integrar las revelaciones cabalísticas en un método claro, adecuado para
pasárselo a las generaciones futuras…” (M. Brushtein, el antisemitismo como una ley de la naturaleza. M.: AST, 2014, p. 51)
¿Qué es esta ciencia?
“La Cabalá es la única ciencia del desarrollo de la creación. Es la fuente de todas las demás ciencias y enseñanzas”. (Dr. Michael Laitman). Baal HaSulam escribe sobre el mismo, pero con más detalle. “Esta sabiduría no es ni más ni
menos que una secuencia de raíces, que cuelgan a modo de causa y
consecuencia, en reglas fijas y determinadas, entretejiéndose hacia una
meta única y exaltada, descrita como la revelación de Su Divinidad a Sus
criaturas en este mundo”. (Yehuda Ashlag “La esencia de la sabiduría de la Cabalá”) En el artículo “La esencia de la
sabiduría de la Cabalá”, explica con gran detalle qué es la Cabalá y en
qué se involucra. Además, él dedica mucho a su aparato y terminología
científicos. “Así, los cabalistas han encontrado
un juego y el vocabulario anotado ante sus ojos, suficiente como para
crear un excelente lenguaje hablado. Esto les permite conversar entre sí
sobre los tratos en las raíces espirituales en los mundos superiores
con sólo mencionar la rama tangible en este mundo que está bien definida
para nuestros sentidos corporales”. Ellos no se olvidaron de los estigmas y prejuicios contra la Cabalá. “Muchos creen que todos los nombres y palabras de la sabiduría de la Cabalá son una especie de nombres abstractos”.
A continuación tenemos la respuesta de los cabalistas.
“Pero ese no es el caso. Por el
contrario: La Cabalá utiliza sólo nombres concretos y reales. Es una
regla inflexible para todos los cabalistas que “cualquier cosa que no
alcanzamos, no la definimos por un nombre y una palabra”. “Aquí ustedes deben saber que la palabra ‘alcance’ (heb: Hasaga) implica el último grado del entendimiento”. Así, la información cabalística,
investida en una terminología especial, está completamente ligada a esta
terminología. Este método de transmisión de información es llamado “el
lenguaje de las ramas”. Esto implica, en primer lugar, que
este texto puede ser escrito sólo por una persona que ve una conexión
entre la raíz, rama y en segundo lugar, que en este texto no se puede
cambiar nada de forma arbitraria. “Sin embargo, ustedes lo entenderán
plenamente una vez que hayan adquirido las concepciones anteriores. Esto
se debe a que ahora está claro que ningún lenguaje en el mundo puede
ser utilizada para explicar esa sabiduría, excepto una que esté
destinada sólo para ese fin, es decir, el lenguaje de las ramas, en
relación a sus raíces superiores”. “Ahora ya no se asombrarán con el
uso ocasional de nombres extraños. Es así porque ellos no tienen
libertad de elección con respecto a los nombres, para reemplazar el mal
con el bien, o lo bueno con lo malo”. El lenguaje de las ramas es de hecho
el principio de transferencia de la información. Por lo tanto, al
utilizar por ejemplo la narración histórica o la terminología
cabalística, es posible transmitir la misma información. “Esa es la naturaleza del lenguaje
hablado entre los cabalistas, por medio del cual se transmiten sus
alcances espirituales de persona a persona y de generación en
generación, tanto de palabra como por escrito. Ellos se entienden
plenamente entre sí con la precisión requerida y necesaria para
franquear el estudio de la sabiduría con definiciones precisas en las
que uno no puede fallar”.
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