Entonces empiezo a percibir la Luz que me llena, la Luz de Jassadim,
en mi otorgamiento a los demás (sólo dentro del deseo, porque hasta el
momento no tengo nada que otorgar), en mi actitud hacia ellos. Este
llenado me aleja de mi deseo egoísta. Él no desaparece, sino que yo me aparto,
me elevo por encima de él; ya no lo siento como algo importante para
mí, los deseos de los demás se vuelven importantes para mí, de la misma
forma en que lo que más le importa a una madre es el deseo de su hijo, y
ella se dedica plenamente al cuidado de él. Pero esto es parte de su
naturaleza y nosotros alcanzamos esta actitud hacia los demás a través
de la Luz superior. De esta manera revelo el mundo superior. Mientras me desconecto de mí mismo y comienzo a vivir dentro de los
deseos de los demás sin ninguna conexión conmigo mismo, alcanzo un
estado llamado “la libertad del ángel de la muerte”, donde mi deseo en
el que antes me sentí vivo, ya no lo siento como la fuente de vida, como
algo que me lleva a la vida. Este ya no me lleva hacia la vida. Yo
percibo la vida en el llenado de los deseos, Kelim, de los demás, ya estos que se han vuelto míos. La libertad del ángel de la muerte
significa que mi deseo, incluso en su nivel inicial más bajo, que parece
como si mi cuerpo pudiera dejar de vivir, recibe incluso la iluminación
mínima que le da vida, Kista de Jayuta y no siento como si hubiera perdido algo. Yo ya no me identifico con él porque he adquirido un Kli diferente llamado alma. Estos deseos de los otros que yo percibo
como míos se llaman una vasija, el Kli de mi alma. El llenado dentro
de estos deseos es el llenado con la Luz de NRNHY de mi alma. Allí encuentro la fuerza superior, la raíz de todo y esto significa que yo alcanzo adhesión con el Creador.
Entonces empiezo a entender que la
pequeña sensación en mi deseo egoísta con la que yo comencé mi viaje,
era solo una ilusión en la que necesitaba vivir y existir para poder
entrar en esta realidad universal de otorgamiento. La realidad previa era simplemente
imaginaria, sólo existía en mi ilusión, como en un sueño. Pero en
realidad no existe, porque no hay lugar para el deseo de recibir placer.
Este mundo imaginario, inventado, desaparece como un sueño. De esta manera nos acercamos a un deseo diferente. Cada vez la persona alcanza dentro de los Kelim de
los demás, los cuales se vuelven de ella. Es por esto que está
escrito: “El hombre aprende donde su corazón desea”; en ese lugar, en
esos deseos, revela una vida absoluta, eterna, superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.