Baal HaSulam, Carta 4: No te falta nada excepto salir al campo que el Señor bendijo, recoger los órganos flácidos que cayeron de tu alma y unirlos en un solo cuerpo.
«El campo que el Señor bendijo» es el estado entre nosotros. Es un campo salvaje que el hombre gradualmente cultiva, siembra y cosecha.
Lo más difícil es convencernos de que debemos juntar los órganos flácidos del alma común y conectarlos en un solo cuerpo. Estamos dispuestos a estudiar Cabalá y todo tipo de sabidurías, hacer preguntas difíciles y supuestamente desarrollar nuestro cerebro. Incluso estamos dispuestos a sentir, no sólo a los demás, también nuestras experiencias personales, pero eso no es lo que necesitamos.
Necesitamos pensar sólo en conectarnos con nuestros deseos internos, al Creador. Cada uno tiene ese deseo, el Creador nos lo dio desde antes y fue un gran regalo. Sin embargo, lo que debemos hacer es conectar todas las aspiraciones.
¿Cómo podemos convencernos de que necesitamos conectarnos con los amigos, con nuestros deseos dirigidos al Creador, el mío, el tuyo, el suyo y el de todos los demás? Lo demás no lo tomamos en cuenta, todo es de la bestia.
¿Cómo podemos conectar todos estos deseos, aspiraciones e intenciones en un deseo común? Decepciones, que sean nuestras decepciones comunes. Aspiraciones, nuestras aspiraciones comunes. Todo esto necesitamos dirigirlo al Creador. Es decir, trabajamos con Él: esto es lo que podemos y esto no, pedimos, nos decepcionarnos, lloramos y todo está relacionado.
Esto se llama «recoger los órganos flácidos que cayeron de tu alma y unirlos en un solo cuerpo». Estos intentos atraen la influencia de la Luz superior y así se producirá la conexión.
Lo más difícil es convencernos de que debemos juntar los órganos flácidos del alma común y conectarlos en un solo cuerpo. Estamos dispuestos a estudiar Cabalá y todo tipo de sabidurías, hacer preguntas difíciles y supuestamente desarrollar nuestro cerebro. Incluso estamos dispuestos a sentir, no sólo a los demás, también nuestras experiencias personales, pero eso no es lo que necesitamos.
Necesitamos pensar sólo en conectarnos con nuestros deseos internos, al Creador. Cada uno tiene ese deseo, el Creador nos lo dio desde antes y fue un gran regalo. Sin embargo, lo que debemos hacer es conectar todas las aspiraciones.
¿Cómo podemos convencernos de que necesitamos conectarnos con los amigos, con nuestros deseos dirigidos al Creador, el mío, el tuyo, el suyo y el de todos los demás? Lo demás no lo tomamos en cuenta, todo es de la bestia.
¿Cómo podemos conectar todos estos deseos, aspiraciones e intenciones en un deseo común? Decepciones, que sean nuestras decepciones comunes. Aspiraciones, nuestras aspiraciones comunes. Todo esto necesitamos dirigirlo al Creador. Es decir, trabajamos con Él: esto es lo que podemos y esto no, pedimos, nos decepcionarnos, lloramos y todo está relacionado.
Esto se llama «recoger los órganos flácidos que cayeron de tu alma y unirlos en un solo cuerpo». Estos intentos atraen la influencia de la Luz superior y así se producirá la conexión.
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