Baal HaSulam, Shamati 1, «No hay nada más que Él «: Y él que siempre siente que las partes son mayores que el todo, es decir, que hay muchos más descensos que ascensos y no ve el fin de estos estados y que estará siempre fuera de la santidad (luchando por el Creador), porque ve que le es difícil observar, incluso en lo mínimo (la menor acción espiritual, unirse con el Creador tanto dentro como fuera), a menos que lo supere por encima de la razón.
Y sólo con fe por encima de la razón, a pesar de la confusión que el Creador crea en él, puede hacerlo. Pero no siempre es capaz de superar estos obstáculos y ve que no hay fin para ellos ¿cómo va a terminar?
Cuando el hombre se decepciona totalmente da de su habilidad para descubrir al Creador en todo lo que existe, incluido él mismo, toma la decisión de que no hay nada que pueda ayudarlo, sólo el Creador mismo.
De hecho, si hay sólo una fuerza, sólo una fuente de todo lo que sucede, obviamente, sólo a Él debemos recurrir si queremos cambiar algo.
Así que, la verdadera demanda al Creador nace en el hombre para que Él le abra sus ojos, corazón, mente y sentimientos y realmente lo traiga a fusionarse con Él para siempre. Y sólo el Creador mismo puede hacerlo.
Cuando empieza a ser consciente de que de las condiciones por las que pasó los años anteriores y a veces, desde antes, todo fue provechoso. El Creador lo preparó especialmente, para que elevara una demanda real, para que el Creador le abra los ojos y el corazón y realmente lo llevara a la unidad con Él mismo.
Resulta que todo el rechazo que sintió vino del Creador mismo, no porque fuera malo o no tuviera fuerza para superar los obstáculos y confusiones, sino específicamente para excitarlo, para darle oportunidad de buscar su camino al Creador y comprobar exactamente qué es Él.
Por esto el Creador jugó con él durante muchos largos años para que dentro de sí mismo pudiera darse cuenta, definir y revelar claramente su actitud correcta hacia el Creador.
Sólo alguien que realmente quiere acercarse al Creador, es decir, alguien que nunca abandona este camino, a pesar de que siempre está decepcionado y no ve el fin de lo que le sucede, recibe ayuda de arriba, pues no se le permite estar satisfecho con cosas pequeñas ni quedarse en la etapa del niño chiquito e irracional. Así no tiene oportunidad de decir; tengo técnicas de corrección, algunas buenas acciones y estoy satisfecho.
El hombre que realmente lucha por la verdad no puede parar. Debe alcanzar un estado en el que el Creador se revele completamente.
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