Baal HaSulam, “Matan Torá” (la entrega de la Torá): Aquí, ante nosotros hay una ley clara, que en todas las 612 Mitzvot (mandamientos) y en todos los escritos de la Torá no hay ninguno que se prefiera al mandamiento “Ama a tu amigo como a ti mismo”. Esto se debe a que ellos sólo tienen por objeto interpretar y permitirnos mantener el mandamiento de amar a los demás de manera adecuada, puesto que dice específicamente: “El resto es su comentario, ve y estudia”. Esto significa que el resto de la Torá es la interpretación de ese mandamiento, que el mandamiento de amar a tu amigo como a ti mismo no podría ser completado si no fuera por ellos. “La Torá” es la Luz que corrige nuestros deseos. Tenemos que corregir todos nuestros 613 deseos y convertirlos en otorgamiento. Puede ser otorgar por el bien de otorgar (“lo que es odioso para ti, no lo hagas a otro”), en el estado de Jafetz Jesed, en el que no dañamos a otro. Y además, podemos amar a los demás como a nosotros mismos, es decir, recibimos por el bien de otorgar. De esta manera, tenemos que avanzar. Sólo el hombre existe en este mundo, y si él quiere corregir su relación con otro ser humano, entonces revela en sí mismo 613 formas de esta relación, lo que representa 613 deseos corruptos. Entonces, comienza a corregirlos a través de la Luz que Reforma por medio del estudio del sistema corregido. La Torá habla sólo sobre los estados corregidos, sobre el llenado de los “mandamientos”, es decir sobre las correcciones que hay que pasar. La “Introducción al Libro del Zohar”, explica que la Torá se divide en 613 consejos y 613 depósitos. Se trata de 613 Luces que corrigen en nosotros los 613 deseos egoístas dirigidos a otro. No estamos hablando ni de nosotros ni del mundo, sino sobre la relación con el otro. Al desear acercarme a él, alcanzarlo, revelo 613 deseos corruptos: Esta es la realización del mal. Entonces, yo quiero corregirlos y en respuesta a cada deseo viene una Luz correspondiente y realiza la corrección. Cómo lo hace exactamente, no lo sé, y este no es asunto mío. Sólo quiero revelar el mal y corregirlo en bien, pero le dejo los “detalles técnicos” a la Luz. Como resultado, mis deseos se corrigen (obtengo la intención de otorgar en vez de la intención inicial de recibir) y se llenan con esta intención altruista. Esto significa que la Luz está presente en ellos. En realidad, ¿Con qué puede ser llenado el deseo corregido? Puede ser llenado sólo con lo siguiente: yo quiero, y realmente puedo otorgar al otro. Este es el llenado que llamamos NRNHY. En principio, desde el lado del Creador quien creó el deseo de recibir, sólo le fue dada la pequeña Luz de Nefesh, una chispa, una pequeña Luz, que actúa en la realidad. Hay sólo una chispa y el punto del deseo creado como “existencia a partir de la ausencia”. Todo lo demás, sin excepción, proviene sólo de la relación entre el Creador y la criatura, quien quieren encender la llama del amor entre ellos. De acuerdo con la ley del amor, esto es suficiente para dar al menos una fracción a quien me ama, y mi actitud añadida a este regalo hace que sea infinito. Debemos darnos cuenta que al identificar los 613 deseos que se revelan en relación con el otro y al corregirlos de recepción hacia otorgamiento, obtenemos una gran vasija de otorgamiento. Y esto se basa en el mismo punto de “existencia a partir de la ausencia” que siente sólo su deseo por el placer. Tenemos este punto, y por encima de él, podemos construir una vasija enorme que es toda actitud, otorgamiento y amor.
Su esencia es ese mismo punto. La expansión, al ser imbuido con sensaciones, el deseo sigue siendo el mismo. Todo lo que tiene es la sensación de qué, cómo y de quien la recibe. En otras palabras, es la percepción de la actitud del Creador hacia ello. En las cuatro fases de la Luz Directa, sólo hay el deseo y la Luz de la primera fase. Todo lo demás proviene de la reacción, la respuesta de la criatura mientras percibe al Dador antes de ser llenada. Una vez que la primera fase (un punto del deseo con la pequeña chispa de la Luz de Nefesh) comienza a sentirse a sí misma por lo menos un poco, inmediatamente empieza a desarrollarse en relación con el Dador. Por lo tanto, debemos entender que toda la vasija espiritual, el mundo espiritual entero, está basado en la interrelación entre la criatura y el Creador. Si anulamos esta relación, ya sea por nuestra culpa o no, permanecemos en nuestro pequeño y oscuro deseo, que es nuestra realidad.
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