La vergüenza es el motor, el medio por el cual llegamos a todas las correcciones. Nuestro trabajo siempre es frente a alguien por el cual podemos sentir vergüenza, con quien podemos equipararnos como recibidor, otorgante y por eso en nuestro nivel debemos hacer todas estas acciones en el grupo. Debes hacer en el grupo las mismas acciones que quieres hacer con el Creador con el fin de revelarlo. La fuerza que se revela en la mutualidad entre ustedes es la revelación del Creador. Debes preguntarte diariamente:
1.- ¿qué tengo?
2.- ¿qué me falta?
3.- ¿qué sucederá?
Porque sino pones la meta frente a ti, no llegarás a ella. Hasta que la persona no sitúa el sistema de conexión entre ella y el entorno, así como es entre ella y el Creador, no descubrirá o no se cumplirá nada. Preparación para la clase Durante la lectura del Zohar debemos intentar no olvidar que se trata únicamente de la red de conexión entre nosotros, de cuan cercanos o alejados estamos el uno del otro. Durante la lectura del Zohar debemos preocuparnos primeramente de la intención: yo quiero sentir de qué trata la conexión con los demás, que se me revele primeramente todo lo que está escrito aquí. El sitio de la oración es exactamente cuando no entiendo y no siento para qué me esfuerzo. Ese sitio se revelará gradualmente como un útero superior. De tu esfuerzo se construyen tus Kelim (vasijas), tu sensibilidad y entonces descubres. La oración construye en ti los Kelim de sensación.
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