De esto vemos que no tenemos nada más de qué preocuparnos que de cómo conectarnos con Maljut. Mientras inyectamos nuestros deseos en Maljut, las partes de Maljut se unen entre sí, y
las primeras nueve Sefirot comienzan a influenciarla. Maljut son los puntos de conexión entre las almas en la red común que los conecta a todos. Maljut es la conexión entre las almas. Si inyectamos dentro de estas conexiones nuestros deseos que recibimos el uno del otro, entonces estos deseos se unen entre sí en Maljut. Y según la medida en que nuestros deseos comunes estén presentes en ellos, las cualidades de las primeras nueve Sefirot, que son las cualidades del Creador o de ZA, se manifiestan en ellos, y la Luz se revela en esta conexión. Por lo tanto, no tenemos que preocuparnos por las primeras nueve Sefirot, de Zeir Anpin ni por las otras cualidades del Creador, sino sólo por nuestros deseos para que se unan. Cuanto más lo hablamos, más imbuidos estamos en ello, mientras más escuchamos y pensamos en ello, más forma toma este nuevo deseo por la unidad de dentro de nosotros. Entendemos que el mundo de hoy está en la necesidad de esta unidad y se dirige hacia ella, tanto en lo espiritual como en el sentido corporal. Esto es precisamente lo que tenemos que ver en todo lo que nos rodea, carecemos únicamente de esta unidad. Y este es el único medio de corregir todas las deficiencias.
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