
Percibimos nuestro mundo en nuestro deseo de recibir placer y podemos desarrollarnos en él. Pero, en esencia, nuestro mundo está limitado por nuestro deseo egoísta que lo absorbe todo “dentro de sí mismo”. Por lo tanto, descubrimos que nosotros mismos existimos en un cuerpo de carne y en el entorno circundante. Mientras que el deseo de otorgar nos revela los cinco mundos y la fuerza superior, donde nos sentimos eternos y perfectos como la fuerza superior. Pero el problema es que en nuestro deseo de disfrutar sentimos la necesidad por este mundo, dado que nosotros no tenemos ninguna necesidad por el deseo de otorgar, por el mundo espiritual, y tenemos que desarrollarlo. De lo contrario, no seremos capaces de alcanzar el mundo espiritual. La pregunta es ¿cómo puedo desarrollar una necesidad por algo que no quiero, siento o entiendo y por el cual no siento gusto alguno? No tengo los requisitos previos para él, nunca he probado la espiritualidad. ¿Por qué debo esforzarme? Puedo avanzar hacia él por medio de los problemas y de los golpes. Pero entonces sólo querré librarme de los golpes, huir de ellos, porque me empujan o pinchan desde atrás. ¿Y cómo puedo descubrir el bien que me espera por delante? No puedo verlo, sentirlo, ni saborearlo. Por lo tanto, no tenemos otra opción. Los golpes, sufrimiento, problemas, crisis y quiebras por sí solos no pueden ayudarnos: Todos estos impactos no nos ayudarán a llegar a la espiritualidad. Por lo tanto, Baal HaSulam dice que debe haber una condición previa para la revelación de la espiritualidad, la difusión de la ciencia de la Cabalá, que se conoce como “el llamado del cuerno del Mesías”. Tengo que revelarle al mundo que hay algo bueno, agradable y digno que lo abre todo ante ti. Debe ser tan atractivo que incluso si yo no siento ninguna carencia ahora, de repente me daré cuenta de que me falta un mundo diferente, el superior. ¿Cómo puedo obtener el deseo por él? Es posible que pueda impresionarme por medio del entorno que me habla acerca de él. Es decir, necesito un entorno bueno, grande que “me lave el cerebro” a tal grado que yo realmente quiera algo que no quiero ahora. Y podemos ver que la sociedad es capaz de hacerlo. Por lo tanto, todo depende del entorno. De lo contrario, los sufrimientos vendrán y me bombardearán con golpes, hasta que yo desarrolle un deseo de difundir y trate de difundir en todo caso, para recibir una aspiración para seguir adelante. En virtud de este deseo seré capaz de avanzar hacia el atributo de otorgamiento, hacia el mundo espiritual, entonces y sólo entonces voy a alcanzarlo. Por lo tanto, la difusión es una condición indispensable y obligatoria para el alcance de la espiritualidad. ¿En qué forma debemos difundir? ¡En cualquier forma! ¿Cómo podemos influir en una persona? A través de todos sus sentidos: Que se impresione, desee, ruegue, o tema, podría ser cualquier cosa que lo haga desear la espiritualidad, como se nos dice: “yo quiero”. De lo contrario, si yo no quiero avanzar por mí mismo, sólo los sufrimientos vendrán desde atrás, lo cual no es suficiente. Debemos desear la espiritualidad por nosotros mismos y sólo entonces la revelaremos. Ese deseo debe ser completo y alcanzar la plenitud llamada “Seah”. Y yo puedo recibirla sólo del entorno. Por lo tanto, ¡tú debe darte cuenta de lo importante que es la circulación!
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