Si el proceso no puede ser detenido, debe ser controlado

Michael Khazin, economista, de worldcrisis.ru): Hace diez años, la elite estadounidense de una vez por todas se negó a continuar el diálogo con la sociedad en general y decidió proteger sus ganancias a cualquier costo. “En el verano de 2001, elaboré ​​la teoría de las crisis económicas estructurales. En ese momento, ya era imposible evitar la crisis financiera, es decir el colapso del mercado de valores. Yo sospechaba que el gobierno de EE.UU. podía decidir que si el proceso no podía ser evitado, debía ser controlado; en la forma de un ataque terrorista enorme que beneficiaría a todos los participantes del proceso”. Los periodistas que escribieron acerca de esta situación fueron duramente expulsados ​​ de su profesión (ya saben, la libertad de expresión). No es la primera vez en la historia estadounidense: la guerra con España en 1898 (la pérdida del acorazado Maine en el puerto de La Habana), Pearl Harbor, el incidente del Golfo de Tonkin, El flujo natural de los acontecimientos hizo ineficaz la forma tradicional y racional de influir en la situación y las “reglas del juego” tuvieron que ser drásticamente alteradas. “Admite uno la presencia de los cambios principales y buscar una solución junto con toda la sociedad, o tiene que esconderse de la sociedad y cambiar los métodos de gobernanza para compensar los cambios negativos que influyen en la elite”. La brecha entre ricos y pobres en los EE.UU. alcanzó máximos históricos y el ingreso real de los hogares continúa en declive. Ciertos eventos están a punto de ocurrir y de mostrarle la élite que su pérdida de posición social y de beneficios es tan inevitable como el colapso de Lehman Brothers. Dichos eventos tomarán lugar más a menudo, y la gente rica en repetidas ocasiones se convertirá en sus víctimas. La situación política en el mundo se agravará puesto que el desarrollo de los conflictos regionales y la manipulación de los precios en el mercado mundial, siempre han trabajado como un método para deshacerse de la gente indeseable. Así, el 11 de septiembre 2001 se convirtió en el símbolo de la puerta que lleva hacia el nuevo mundo terriblemente incómodo en el que vivimos ahora y en el cual seguiremos viviendo por mucho tiempo.
Mi comentario: Espero que no dure mucho tiempo, ya que está empezando a afectar a Israel