
En efecto, la fuerza se agota, disminuye con cada momento. Y es bueno cuando sientes que tu fuerza se está agotando. Por lo general no nos damos cuenta que está pasando, sino que simplemente nos relajamos y conciliamos el sueño, perdemos nuestro deseo. Y es sólo porque no nos preocupa nuestro despertar. ¡Tenemos que ayudarnos unos a otros, puesto que es la única manera de despertar! Si no inviertes en los demás para que ellos se preocupen por ti, no recibirás la fuerza. Y no importa en qué nivel se encuentre el entorno o qué hacen. La clave es que empieces a actuar y a invertir en ellos y verás el resultado. Ni siquiera podrás creer cuanto pueden darte este grupo y los amigos. Todo depende de la inversión de la persona y su sensibilidad. Y si inviertes en el grupo, de repente descubrirás que ellos también han despertado y que están actuando hacia ti. Incluso si tú no lo había notado antes, lo harás ahora, gracias a tu inversión. Y esto se llama la garantía mutua.
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