Está escrito, “No existe nadie más que Él”. Esto significa que no hay otra fuerza en el mundo (no hay otro poder, aparte de la única Fuerza Superior, ni en las más pequeñas obras, ni en el universo entero en general), que tenga la habilidad de hacer cosas contra Él. Y lo que el hombre ve, que hay cosas en el mundo que niegan Su Poder Absoluto, (el poder del Creador sobre mí), la razón para ello es que esta es Su voluntad. Nos confundimos cuando pensamos que supuestamente hay amigos, un grupo, personas, un gran mundo con sus supuestos “gobernantes”, e incluso yo, que tomo decisiones.
La Fuerza Superior desea que piense de esta manera, que piense que controlo las cosas y que hay otras personas y otro poder aparte de Él. Y esto es considerado una corrección, llamada “la izquierda rechaza y la derecha adjudica”, es decir aquello que la izquierda rechaza es considerado corrección. En otras palabras, también las cosas que nos parecen malas, rechazo de lo espiritual, del camino y del grupo, cuando me olvido de la meta y no la quiero, cuando pienso que el grupo no me quiere, todos esos problemas viene sólo de una fuerza que gobierna sobre todo, sin importar si puedo verlo. El Creador controla el mundo externo y dentro de mí, todos mis pensamientos y deseos.
Yo quiero avanzar, unirme a un grupo y alcanzar la Fuerza Superior a través de este, quiero revelarlo a Él, adherirme a mis amigos y revelar la Luz Superior dentro de ellos, la cualidad de otorgamiento. Pero incluso cuando me esfuerzo por esto de la forma más sincera o directa, con todo mi corazón, aún así experimento descensos y confusión en el punto más sincero, que raramente logro alcanzar a través del trabajo duro. De pronto caigo de mi camino más directo.
Yo quiero avanzar, unirme a un grupo y alcanzar la Fuerza Superior a través de este, quiero revelarlo a Él, adherirme a mis amigos y revelar la Luz Superior dentro de ellos, la cualidad de otorgamiento. Pero incluso cuando me esfuerzo por esto de la forma más sincera o directa, con todo mi corazón, aún así experimento descensos y confusión en el punto más sincero, que raramente logro alcanzar a través del trabajo duro. De pronto caigo de mi camino más directo.
Podría entenderlo si fuera a dirigirme en alguna dirección equivocada y fuera a ser regresado al camino directo. Pero no, es cuando ya estoy justo en el camino directo que me desvío y caigo. La persona es empujada fuera de la meta y del grupo, de pronto se confunde y pierde el deseo.
Él piensa que sus amigos no son buenos, que el camino es equivocado y que el sistema entero no funciona y no le es claro quién ha llegado y alcanzado alguna vez el mundo espiritual.
Pero es este tipo de rechazo el que lo ayuda a adquirir un deseo absoluto. Seguido a esto. Y esto es exactamente lo que necesitamos. Justo ahora tengo un pequeño deseo por la espiritualidad, pero no siento que sea suficiente ¡Cada uno piensa que su corazón está a punto de explotar y que está dispuesto a todo! Pero en realidad, para lograr poder espiritual, necesitamos una presión interna mucho más fuerte, deseo interno y sed.
Y somos rechazados para incrementar nuestra aspiración al nivel suficiente, para que adquiramos un deseo completo y entendamos que no hay nada que podamos hacer sin la ayuda del Creador.
Necesitamos llegar a un estado en el que nuestro grito pase por nuestra unidad, por nuestra conexión y esté dirigido hacia el Creador, con la petición de la fuerza superior, de la Luz que retorna a la fuente, de la fuerza común de otorgamiento que abarca toda la naturaleza, ¡para que esta nos ayude! Que corrija mi única parte en la naturaleza y tire de ella hacia arriba.
De otra manera veo que estoy condenado. En otras palabras debo llegar a un estado en el que veo que he hecho lo más que he podido en pos de mi conexión dentro del grupo, que he puesto todo mi esfuerzo en alcanzar la unidad, la conexión con los amigos, aquellos con los que quería alcanzar la conexión con el Creador, para revelar el poder del otorgamiento, para que reine en nosotros y nos llene con esta realidad única. Y aquí carecemos de un clamor común hacia el Creador, hacia la fuerza superior. Debemos sentirnos perdidos de manera que un solo grito nuestro sea suficiente. Pero debe venir en realidad de un estado de impotencia en el que vemos que nunca tendremos éxito sin Su ayuda.
De otra manera veo que estoy condenado. En otras palabras debo llegar a un estado en el que veo que he hecho lo más que he podido en pos de mi conexión dentro del grupo, que he puesto todo mi esfuerzo en alcanzar la unidad, la conexión con los amigos, aquellos con los que quería alcanzar la conexión con el Creador, para revelar el poder del otorgamiento, para que reine en nosotros y nos llene con esta realidad única. Y aquí carecemos de un clamor común hacia el Creador, hacia la fuerza superior. Debemos sentirnos perdidos de manera que un solo grito nuestro sea suficiente. Pero debe venir en realidad de un estado de impotencia en el que vemos que nunca tendremos éxito sin Su ayuda.
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