Después de la convención me siento más y más sensible en cada reunión de amigos, a veces hasta llegar a las lágrimas. ¿Es esta la felicidad y de hecho un ascenso?
Dr: Litmana Después de la convención ciertamente hemos empezado a relacionarnos con la unidad de forma diferente. Es más fácil regresar ahora a esta. Se volvió más emocionante y atractiva; ya no es artificial como parecía antes. Hemos alcanzado esta realidad espiritual, el comienzo de un grado espiritual. Y ahora necesitamos juntar un poco más nuestro esfuerzo hacia esto para que penetre dentro de nosotros y crezca la “carne”, el espesor del deseo, en este punto. Entonces este espesor, lo sentiremos real, la realidad espiritual. Cada persona debería hacer un esfuerzo, regresando constantemente a aquella comprensión de unidad que ya ha permeado su sensaciones. A pesar del rechazo emocional presente o de la visión borrosa de los sentimientos, yo trato de regresar al estado que hemos alcanzado. ¿Para qué? Quizá con el fin de sentirse bien o con el fin de seguir adelante, incluso sin sensaciones positivas. Y tal vez yo me sienta obligado en relación a los amigos con quienes estamos en garantía mutua. La recompensa puede variar, pero sobre todo, todos requerimos un anhelo por la espiritualidad. Esto es lo más importante: aspirar a la unidad constantemente sin importar donde te encuentres en un momento dado.
Dr: Litmana Después de la convención ciertamente hemos empezado a relacionarnos con la unidad de forma diferente. Es más fácil regresar ahora a esta. Se volvió más emocionante y atractiva; ya no es artificial como parecía antes. Hemos alcanzado esta realidad espiritual, el comienzo de un grado espiritual. Y ahora necesitamos juntar un poco más nuestro esfuerzo hacia esto para que penetre dentro de nosotros y crezca la “carne”, el espesor del deseo, en este punto. Entonces este espesor, lo sentiremos real, la realidad espiritual. Cada persona debería hacer un esfuerzo, regresando constantemente a aquella comprensión de unidad que ya ha permeado su sensaciones. A pesar del rechazo emocional presente o de la visión borrosa de los sentimientos, yo trato de regresar al estado que hemos alcanzado. ¿Para qué? Quizá con el fin de sentirse bien o con el fin de seguir adelante, incluso sin sensaciones positivas. Y tal vez yo me sienta obligado en relación a los amigos con quienes estamos en garantía mutua. La recompensa puede variar, pero sobre todo, todos requerimos un anhelo por la espiritualidad. Esto es lo más importante: aspirar a la unidad constantemente sin importar donde te encuentres en un momento dado.
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