
Rav: Esto es correcto. Pero en el momento en que empezamos a verlos como problemas diarios regulares que todos tienen, en el momento en que los tratamos como un medio de ascenso, como problemas que nos dan desde Arriba para resolverlo juntos, ya no hay el “yo” personal en la persona. ¡Ya no queda nada en absoluto!. Un “yo” es un mecanismo, que al juntarnos con los demás dentro de un todo integral, ve sus problemas personales como problemas que son los mismos para todos y que resuelve los suyos, los tuyos, etc. con la ayuda de todos los demás. No es que no haya nada que esconder, sino que a la persona no le queda nada en absoluto. ¿Entonces, dónde está ella? “Ella” es lo que construimos juntos. Es el lugar de la amalgama de todos esos egoísmo juntos, personales, familiares; es el lugar de nuestro propio anhelo hacia arriba, hacia la amalgama de asenso. Si las personas están en correctamente sintonía, se darán cuenta que no hay nada de qué avergonzarse, que no hay nada que ocultar, que existe la ayuda mutua. Si no quieres revelar nada, no hay necesidad de hacerlo, pero tienes una gran ayuda y gracias a eso, todo está resolviéndose. Creo que ahora estamos atravesando esa etapa. Y en el próximo nivel, las mujeres se involucrarán seriamente en el sistema de grupo y eso las ayudará.
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