
Rav: No. Pienso que antes que nada, necesitamos separarlos, pero no en grupos diferentes. Necesitamos alcanzar una situación en la cual cada uno de nosotros sea un egoísta separado y ahora nos elevemos hacia una comunidad, donde no haya parejas casadas, nada. Existe sólo nuestro “yo” mutuo con 10 a 15 participantes. No importa cuántos. Y más adelante, en la forma en que nos conectamos y entendemos que esta es la razón por la cual nos elevamos y que para esto existimos, veamos ahora ¿cómo es posible hacer un grupo como este en la familia para estar siempre incluidos en este?. Es decir, parece que la familia existe no con el fin de apoyarse mutuamente obteniendo comida, en la reproducción, en sostener el hogar de la familia, lo cual es todo a un nivel muy básico, sino con el fin de apoyarse mutuamente en el ascenso espiritual a pesar de todas nuestras contradicciones. Tenemos suficientes de ellas y estamos agradecidos de que surjan constantemente, ya que gracias a ellas, somos capaces de realizar el crecimiento espiritual. Pero esto sucederá cuando nos liberemos de todos nuestros problemas presentes. Cuando seamos capaces de encontrar nuestra integración mutua, entenderemos que de hecho nuestra familia es un estado maravilloso. Esto significa que se nos dieron oportunidades para un avance muy rápido e ilimitado. Continuemos en cada una de nuestras familias lo que hicimos en el grupo.
Pregunta: ¿Para llevar a cabo este trabajo, nosotros, en cualquier caso, agrupamos a esas personas o no?
Rav: Cuando reunimos algunas parejas casadas en un grupo, entonces antes que nada, realizamos una conversación previa con ellas, la cual debe darles una guía psicológica para que dejen de sentir que son pareja. Uno necesita “desmantelar” la relación de ellos y elevarlos por encima de sí mismos y crear una comunidad, un grupo. Luego de que un grupo haya sido creado y todo el material haya sido absorbido, cada uno entiende que sólo de esta manera es posible resolver los problemas. Ya que una esposa y un esposo, también son un grupo. Entonces, traten ahora de descender a su nivel corporal y comenzar a elevar su problema o simplemente de no despertarlo. Y traten a partir de este momento de resolver cada problema e incluso el más pequeño como un medio para reforzar su vínculo. De esta manera, tú los envías a un viaje liberador, con eso les das la sensación de unidad y un sistema de elevación por encima de todos los problemas.
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