Llorando por todos

Estoy seguro que en esta convención lograremos algo muy elevado, poderoso. Pero con esta confianza, siento una alarma, un miedo animal adicional por el mundo, un miedo a que los otros no pidan.
Rav: Tienes que pedir por ellos. Israel está ahora en un estado previo a la guerra. Y las bombas atómicas, miles de misiles y todo lo demás, están listos de los dos lados. Por cada ciudadano de nuestro país, tenemos tal vez, varios misiles desde todas las direcciones. Entendemos eso; de otra manera, nuestro pueblo no será estimulado y el Creador tiene que actuar de esta manera con el fin de llevar a la nación a su plegaria usual, al estado corregido. ¿Pero cómo podemos llegar a esto? Es por eso que nosotros, como grupo, sentimos que somos responsables no de cambiar las acciones del Creador es Su asunto el decidir sino de dirigirnos al máximo hacia la meta y así, de alguna manera tratar de ganar sobre todos los otros. Esa es la solución a todos los problemas. Esos problemas nunca son resueltos físicamente. Vemos que mientras más personas se involucran en la resolución de problemas físicos, más se multiplican otros problemas. Entonces, algunas veces, puede ser suficiente que una persona pida por el mundo. Y el hecho de que tú llores es bueno, lloras por todos nosotros.