Baal HaSulam, Shamati,
artículo 3: “Acerca del logro espiritual”. Dado que el deseo de recibir
se llama “criatura” un “nuevo discernimiento”, el hablar comienza
precisamente desde el punto donde el deseo de recibir comienza a recibir
impresiones. El habla es discernimiento, parte de las impresiones. Por
aquí ya hay una correlación entre la Luz y el deseo de recibir.
Pregunta: ¿Qué es Luz?
Dr:Laitman
Algo especial se evoca en ti, un fenómeno excepcional, y tú lo llamas
Luz. Cuando esta viene, tú sabes que eso es lo que tú llamaste. En el
momento, sin embargo, tú no tienes la vasija correcta para sentir este
fenómeno. A menos que adquieras el alcance espiritual, todos tus deseos
están dirigidos hacia tu beneficio propio: “todo para mí, para mi propio
bien, para utilizar a los demás, todo para mi propio bien y contra los
demás”. Esta es más o menos la manera en la que funcionan las cosas hoy
en día y entonces al estar en esos deseos, tú no puedes sentir el
fenómeno del otorgamiento, del amor,
de la cooperación, de la conexión y una aspiración hacia lo externo,
todas las cosas que se llaman “Luz”. Para ti esto no es Luz sino
oscuridad. Algunas
veces esto se torna oscuro y malo. Te sientes impotente y no sientes
ganas de hacer nada, tú no ves ninguna luz al final del túnel. Así es
como tus deseos aparecen ante ti sin la típica iluminación en nuestro
mundo, sin la más mínima iluminación que alumbre la oscuridad en la vasija. Después de
todo, en nuestros magros deseos solamente un pequeño resplandor puede
mostrarse, dando un poquito de vida y disfrute. Esta chispa es tan
pequeña que puede penetrar incluso en las vasijas egoístas de recibir.
Yo vivo en ellas en los niveles inanimado, vegetativo, animado de la naturaleza; todo el nivel humano está por encima de esto y yo no soy parte de él. En ese
nivel hay deseos de recibir y deseos de otorgar que me serán revelados,
unos opuestos a los otros. La línea izquierda es la inclinación al mal,
el verdadero ego que se revela en la medida que yo quiera conectarme con
los demás y entonces lo hago. Luego yo atraigo la Luz que Reforma y
trato de adquirir la fuerza buena y trabajo entre las dos inclinaciones
en la línea media, la cual se llama Adam (humano).
Mientras
tanto, yo estoy en el nivel animado, bajo el dominio de mi pequeño ego,
recibiendo solamente una ” vela delgada ” en la vasija que está hecha de
los tres primeros niveles. Desde un punto de vista espiritual, esto no
se considera vida o existencia. De modo que nuestro mundo se llama mundo
virtual, es como si este existiera por debajo del nivel de conciencia.
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