– Yo descubro cuan corrupto soy.
- El problema que se revela no está en mí, sino en mi actitud en comparación con la actitud del Dador.
– Yo determino cual es la imperfección con respecto a esta.
– Busco la manera de corregir esta imperfección y cómo completarla.
– Le pido al Creador la fuerza para corregir la imperfección.
Esto significa que esta acción es muy
complicada y está hecha de muchos componentes; es imposible
arreglárnoslas sin ella. La persona tiene que sentirla realmente, no hay
otra opción. Ella tiene que sentirla y atravesar de los diferentes
estados en el camino, con la ayuda del Creador, por supuesto, es decir
con la ayuda de la fuerza superior, de la Luz. Pero ella tiene que participar en cada etapa y en cada decisión. Es imposible recibir un regalo de
alguien, disfrutarlo y sentir que es tuyo. Siempre existe la sensación
de vergüenza ante el dador. En nuestro mundo, el problema se resuelve
mediante el ocultamiento del Creador, quien de esta manera nos permite
revelarlo a Él sólo en la medida en que podamos soportar la sensación de
vergüenza. El Creador está oculto y la vergüenza se
revela sólo en la medida en que yo esté dispuesto a asemejarme a Él, a
aclarar el asunto de mi recepción. Cuanto más avanzo, más fina y
sensible se vuelve mi percepción y entonces estoy listo para la revelación de la vergüenza. En cierto modo, esto es similar a lo que ocurre en nuestro mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.