Pero debido a que “todo Israel son responsables los unos de los otros”,
por medio de todos, todos son cuidados. Es como si todos juntos
guardaran todas las Mitzvot. Por lo tanto, por medio de las 613 Mitzvot, nosotros podemos alcanzar la ley, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Todas las leyes espirituales son leyes integrales y existen sólo cuando existe una estructura completa. No hay un poco en la espiritualidad y entonces todo comienza al establecer un grupo de diez personas, el “diez”, un Minian, una medida mínima en la cual puede existir la realidad espiritual.
Es como el ejemplo del grupo de Rabí Shimon cuyos estudiantes formaron entre ellos la red correcta y por medio de eso alcanzaron el final de la corrección, al alcanzar todos los 125 grados de la escalera espiritual.
Por consiguiente, todo depende del hecho de establecer un Minian. Todas las leyes de la realidad pueden descubrirse en un grupo pequeño, pero debido a que es una herramienta significa el darle contento al Creador, esta debe expandirse cuanto más sea posible; nosotros debemos salir del grupo de diez, otorgar y expandir este mensaje al mundo, con el fin de conectar al resto de la realidad a nosotros.
Tal incorporación mutua también influye en la estructura de diez y ayuda a calibrarla, es decir en su corrección interna, que pertenece al cumplimiento de las 613 Mitzvot (mandamientos).
Al reunirnos y apoyarnos los unos a los otros, el grupo de diez es suficiente para alcanzar toda la creación (es decir el cumplimiento de todas las 613 Mitzvot).
Esto se debe a que su estructura es compatible con la estructura de las Sefirot originales. Entonces, es específicamente un Minian, un grupo de diez personas, no más ni menos, la vasija correcta de la corrección. Sin embargo, cuando hablamos del cumplimiento del amor a los demás y del amor al Creador, este se cumple por medio de la expansión de la vasija.
Este Minian llega a ser una unidad, que opera con el fin de corregir al mundo que está por fuera del grupo de diez.
Todas las leyes espirituales son leyes integrales y existen sólo cuando existe una estructura completa. No hay un poco en la espiritualidad y entonces todo comienza al establecer un grupo de diez personas, el “diez”, un Minian, una medida mínima en la cual puede existir la realidad espiritual.
Es como el ejemplo del grupo de Rabí Shimon cuyos estudiantes formaron entre ellos la red correcta y por medio de eso alcanzaron el final de la corrección, al alcanzar todos los 125 grados de la escalera espiritual.
Por consiguiente, todo depende del hecho de establecer un Minian. Todas las leyes de la realidad pueden descubrirse en un grupo pequeño, pero debido a que es una herramienta significa el darle contento al Creador, esta debe expandirse cuanto más sea posible; nosotros debemos salir del grupo de diez, otorgar y expandir este mensaje al mundo, con el fin de conectar al resto de la realidad a nosotros.
Tal incorporación mutua también influye en la estructura de diez y ayuda a calibrarla, es decir en su corrección interna, que pertenece al cumplimiento de las 613 Mitzvot (mandamientos).
Al reunirnos y apoyarnos los unos a los otros, el grupo de diez es suficiente para alcanzar toda la creación (es decir el cumplimiento de todas las 613 Mitzvot).
Esto se debe a que su estructura es compatible con la estructura de las Sefirot originales. Entonces, es específicamente un Minian, un grupo de diez personas, no más ni menos, la vasija correcta de la corrección. Sin embargo, cuando hablamos del cumplimiento del amor a los demás y del amor al Creador, este se cumple por medio de la expansión de la vasija.
Este Minian llega a ser una unidad, que opera con el fin de corregir al mundo que está por fuera del grupo de diez.
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